La racha del Barça llega a los 23 títulos nacionales
Gonzalo Pérez destrozó todos los intentos del Bidasoa
La Copa de Asobal de ayer supone la octava seguida que conquista el Barcelona de las catorce que ha ganado en total. Una plusmarca. Otra más, porque son ya 23 títulos nacionales consecutivos los que suman los azulgrana, otro récord en el balonmano. Y no se sabe, por ahora, dónde está el límite, con un equipo arrollador en todas las líneas que hace imposible que encuentre contestación. La pelea del Bidasoa no tuvo premio. Perdió irremisiblemente por 37-23, pero es que en el descanso no tenía posibilidades: 18-7.
No es que el Bidasoa jugase mal, no es que careciese de opciones, sino que se estrelló con Gonzalo Pérez, que sólo jugó la primera parte: cedió el primer gol en el minuto catorce, y acabó la primera media hora con once paradas de 18 lanzamientos (63 por ciento), algo descomunal. Eso, sin duda, evita que se pueda destacar a Rangel, el portero del cuadro de Irún, que en la primera mitad fue el mejor de los vascos.
A su ritmo, el Barcelona sumó, y sumó, rotando a todos sus jugadores casi con tiempo por reloj, como suele ser costumbre de Xavi Pascual. Mientras, Jacobo Cuétara llegó un momento en que más que dar información técnica a sus hombres en los tiempos muertos que pidió, trataba de imbuirles de moral para que creyesen en lo que hacía. Frente a otro rival le hubiese servido, pero ayer, superado el 6-0 defensivo del Barcelona, aún quedaba Gonzalo, el internacional español, un valladar.
Mientras el Barça marchaba viento en popa y tan fresco como una lechuga, los jugadores irundarras, sin tantas posibilidades, bastante hacían por mantenerse erguidos y evitar que el marcador fuese escandaloso. Ese fue su pequeño premio, mantener durante una hora el orgullo de una institución que regresaba a las finales 26 años después, con una afición que pese a saber que carecía de opciones disfrutó con los suyos al verles en la pelea por un título.