Una Navidad en el diván
Pese a la mejor imagen ante Betis y Atlético, el Espanyol dice adiós a 2018 tras la peor racha de su historia. Ante el Leganés, definitorio
En el Wanda hubo brotes verdes, pero aún se desconoce si el árbol que plantó Rubi en julio ya se ha secado o en cambio solo sufre de una pequeña enfermedad. El técnico pasará la Navidad en el diván en busca de soluciones, pero no solo él. La dirección general y la deportiva, en el foco.
Cuando el Espanyol se mida al Leganés el próximo 4 de enero, estará a dos días de cumplir dos meses sin ganar en LaLiga. La última victoria data del 5 de noviembre, aquel 1-0 anotado por Borja Iglesias a centro de Dídac Vilà que tumbó a un Athletic Club en caída libre. Un momento idílico para el conjunto de Rubi, sólido como una roca y punzante como una avispa, en zona de Champions y con opciones de ser colíder. Pero seis partidos después las dudas han progresado sin freno. A nadie se le escapa que una racha de cero puntos sumados de los últimos 18 desgasta a cualquiera, incluso a un proyecto que ya desde el principio se entendió de transición (más ingresos en ventas que gasto en fichajes) pero que nunca rehuyó palabras como ambición o Europa, resumido en un concepto: el Darderismo.
Las derrotas consecutivas del equipo perico le hacen pasar una Navidad en el diván a todos los estamentos de la entidad, desde el técnico, quien reconoció en el último encuentro en Madrid que se están acercando a cortar la racha negativa (“estamos buscando la fórmula, buscando el camino para volver a ganar partidos y en estos dos últimos nos hemos acercado a lo que queremos. Toca seguir trabajando en esta línea, con personalidad”); hasta la dirección deportiva, que intentará abordar alguna operación que rebaje el límite salarial y permita reforzar alguna posición que cojea; hasta la dirección general de la entidad, pues la situación deportiva siempre condiciona cualquier proyecto con “luces largas”.
Las áreas. El foco es actualmente el equipo, centrado en la figura de Rubi, autor de las primeras 11 jornadas maravillosas, ahora en busca de la reacción del equipo. El técnico ha ido probando nuevos esquemas y jugadores con tal de revertir la racha. En las últimas seis jornadas no ha repetido alineación, y jugadores hasta ese momento intocables como Esteban Granero, Sergi Darder o Marc Roca han pasado por el banquillo. Las lesiones han provocado que otros futbolistas como Roberto Rosales u Óscar Duarte hayan asomado a la titularidad, mientras que Víctor Sánchez o Adrià Pedrosa también han encadenado minutos. Después de la semana de vacaciones, el equipo debe no solo repetir la imagen del Wanda, sino estar acertado en las áreas y sumar, con tal de no situar al entrenador en una posición delicada: Europa y el descenso ya está a la misma distancia.
Rubi tiene margen por el convencimiento que hay en la plantilla y en la dirección deportiva de su valía y trabajo. El otro foco está precisamente en los despachos. Sin margen para fichar jugadores que aumenten el nivel de la plantilla, el club podría darle salida a Pipa (quien no ha debutado) e intentar que algún jugador con salarios elevados pueda abandonar la entidad. Eso permitiría reforzar posiciones como la delantera y el mediocampo, prioridades de Rubi en verano, cuando pidió un jugador por línea y solo aterrizó Rosales.
El último foco estará en la dirección general corporativa. Hasta el momento, el descenso social había sido compensado con la marcha del equipo, que eclipsaba el día a día. Pero ahora ya han aflorado controversias, después de la entrada el día del derbi y de la gran cantidad de afición del Betis el último duelo en Cornellà. Pendiente el club de su expansión internacional, el rendimiento del equipo siempre marca el camino y es el mejor argumento para crecer y para contentar a la afición. En estos cuatro meses se ha comprobado.
Optimismo Rubi cree que mejoran y que no entrarán en un momento delicado
Examen La dirección deportiva y la general, también en el foco tras el parón