AS (Catalunya)

A dos jornadas de todo

El Espanyol está a cuatro puntos de Europa y a cinco del descenso Y a 15 días de tensión porque el mercado no ponga la puntilla

- IVÁN MOLERO

Vive el Espanyol atenazado por caída libre de resultados, y por la falta de estímulos para cambiar la tendencia, pero también por el mercado. Nadie duda de que Chen aceptará una oferta que se acerque a la cláusula de cualquier jugador. Luces largas en una niebla que exige apagarlas.

Las amenazas para el Espanyol se multiplica­n. Desde sus rivales, en una Liga tan apretada que tras la primera vuelta le sitúa décimo, en el ecuador exacto de la tabla, casi tan cerca de Europa (cuatro puntos) como del descenso (cinco), a su propia inercia, una peligrosís­ima racha de tres de los últimos 24 puntos, pasando por el mercado de invierno. El club perico está ahora mismo a dos jornadas de todo.

En lo deportivo, la derrota ante la Real Sociedad (3-2) tras haber igualado un 2-0 adverso a domicilio causa mucho daño a un equipo que sigue convencido de lo que hace pese a haber cosechado en LaLiga una victoria y hasta siete derrotas en los últimos dos meses y medio. Prueba de ello es la escasa autocrític­a pese a que, sin ir más lejos, desde la decimosegu­nda jornada se hayan recibido 19 de los 27 goles del equipo. A la que uno de los jugadores importante­s baja de su nivel óptimo, la estructura se resiente sobremaner­a.

En Anoeta también se vivió la excepción que confirma la norma, que no es otra que la dependenci­a en las dianas de Borja Iglesias. El ejemplo del ‘Panda’ constituye esa segunda amenaza. Hasta el final del mercado, la plantilla es susceptibl­e de empeorar. Porque nadie duda de que, si llega una oferta que se acerque a la cláusula de uno de los jugadores determinan­tes, Chen Yansheng la aceptará. Y, conforme avanzan los días, el área deportiva se irá quedando sin margen de maniobra.

Y todo ello, en un contexto social convulso y en un club incapaz de lanzar estímulos que demuestren que está vivo para afrontar situacione­s como ésta, en que debe deambular por la niebla y, por tanto, apagar las luces largas para no deslumbrar­se y caer al abismo.

La racha

Tres puntos sobre 24, un balance demasiado plomizo para cualquiera

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ABATIMIENT­O. Los jugadores del Espanyol, cabizbajos, justo después de que Del Cerro Grande decretase el final del partido en Anoeta, el lunes.
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