“Logramos algo grande para toda Badalona”
Hoy se cumplen 25 años de la Copa de Europa ganada por el Joventut
Alas 21:54 horas del 21 de abril de 1994, la ciudad de Badalona, que había permanecido en silencio durante casi dos horas con sus habitantes pegados a la radio y a los televisores, explotó y se lanzó a la calle para festejar un hito histórico: la Penya había ganado la Copa de Europa (victoria ante el Olympiacos por 59-57). Atrás quedaba la gran decepción de la cita de Estambul en 1992, donde un triple de Djordjevic (Partizán) derrotó a los badaloneses (70-71).
Dos años después de aquello, un joven Zeljko Obradovic lograba la primera de sus nueve Copas de Europa. “Somos el mejor equipo del Viejo Continente. El Joventut no es solo un club de baloncesto sino un modo de vida”, decía por aquel entonces el técnico más laureado del baloncesto europeo.
Obradovic, que acababa de cumplir 34 años, ya tenía sus trucos en aquel momento. “Llegamos a esa Final Four con tensión, pero sin presión. Mi misión consistió en tranquilizar un poco a la gente y preparar bien los partidos”. El mismo día de la final sacó a los jugadores del
hotel de concentración y les llevó de visita al zoo de Tel Aviv. “No quise que pensasen en el partido hasta que llegaran al pabellón”. Y la excursión fue tan relajante que Tomás Jofresa se dejó en el hotel las zapatillas. Tuvo que ser el podólogo del equipo, Xavi Vázquez, quien, en taxi, fuera a buscarlas poco antes que el equipo saltase a la pista. “Conseguimos algo muy grande para el equipo y para toda Badalona”, dijo Tomás Jofresa en la presentación de Spirit of Tel Aviv, un documental que recuerda la final y aquellos 4,8 segundos eternos que dejaron a Badalona sin aliento mientras Paspalj lanzaba desde el tiro libre. Pero el Joventut logró la Copa de Europa y la fiesta verdinegra siguió después del partido en una desenfadada cena y en el viaje de regreso a Badalona, en el que Mike Smith estuvo abrazado a su camiseta. “Con ella he cumplido un sueño”, repetía.
Badalona, una ciudad de 200.000 habitantes por aquel entonces, seguía con su locura. Más de 40.000 personas recibieron a sus héroes al día siguiente. Tomás Jofresa y Juanan Morales, actual presidente de la Penya, se raparon al cero como prometieron antes de la final y la Penya acordó no cobrar ninguna prima, dada la mala situación económica del club.
Pero los buenos tiempos no duraron. La directiva, apurada por las deudas, ofreció un contrato a la baja a Obradovic y el técnico se marchó al Real Madrid. El patrocinador 7Up se retiró al final de la siguiente temporada y el Joventut no volvió a ganar un título europeo hasta la Eurocup FIBA de Rudy y Ricky en 2006. Luces y sombras para un club que hoy vuelve a sonreír con sus héroes.
Obradovic: “El Joventut no es solo un club de baloncesto, sino un modo de vida”
Antes del partido Obradovic se llevó a los jugadores al zoo para que no pensaran en la final