El Renault Clio honra a su estirpe
La quinta generación del utilitario mantiene las cualidades propias del modelo y añade otras como soluciones tecnológicas tan avanzadas como prácticas para el conductor
El Clio es un modelo imprescindible en la gama Renault desde su aparición hace tres décadas en 1990. El utilitario francés llega a su quinta generación con una renovación completa, incluyendo el uso de una plataforma más ligera y también con más posibilidades (entre ellas, el lanzamiento de versiones electrificadas).
Quizá el diseño de su carrocería de cinco puertas y cuatro metros de longitud sea lo menos evidente de esta evolución. Mantiene, con matices desde luego, el estilo de su predecesor, con una imagen agradable y juvenil, en línea con lo que buscan los usuarios de este tipo de vehículos.
Una vez en su interior la transformación resulta mucho más apreciable. La habitabilidad ha mejorado para convertirse en una de las referencias de su segmento, tanto por el espacio disponible para los ocupantes como por su maletero de 340 litros.
Aunque sin duda lo más llamativo en el nuevo Clio es la cantidad de equipamiento tecnológico y de seguridad que puede llevar. En las versiones más cuidadas, como la Zen, ya es evidente incluso de serie, mientras que los conductores más exigentes podrán ampliar las posibilidades con elementos adicionales. Entre ellos destaca la instrumentación digital y una gran pantalla central de información, de 9,3 pulgadas y colocada en vertical para ser más manejable.
La motorización de gasolina básica es un tres cilindros turbo, con un litro de cubicaje y 100 CV de potencia. El rendimiento del propulsor es suficiente para mover con agilidad un coche de este tipo incluso en carretera, aunque se agradecería algo más de contundencia en bajos (exige demasiada atención en las arrancadas) y menos vibraciones en algunos regímenes (algo frecuente en los tricilíndricos).
La polivalencia es otra de las cualidades del nuevo Clio. Es un coche ideal para moverse por la ciudad gracias a su tamaño, lo que no significa que carezca de un comportamiento satisfactorio en carretera. Es cómodo, con una estabilidad correcta y toda la seguridad que aportan sus avanzados asistentes a la conducción.