Racing Point emerge entre la incertidumbre
Día de trabajo sin vueltas brillantes que deja pocas conclusiones. El ‘Mercedes rosa’ vuela, Red Bull se acerca y Kubica es primero
Se habla más de coronavirus que de F1 en Montmeló y es, en parte, porque lo que sucedió en la cuarta jornada de test tampoco aporta muchas conclusiones. Kubica, probador, logró con el Alfa Romeo el mejor tiempo, aunque no se acerca a los registros que logró Mercedes la semana pasada. El polaco usó el Pirelli más blando y sólo aventajó en cuatro décimas al Red Bull de Verstappen, que calzaba los neumáticos medios. Así que buenas impresiones del coche energético en la tabla que no se corresponden del todo con las impresiones desde la grada.
El que sí vuela, desde todos los ángulos, es el Racing Point de Pérez y Stroll. Atracón de vueltas del Mercedes rosa, que aspira a la pole y quién sabe a qué más en el GP de Australia si es que se puede celebrar. El salto de calidad del equipo de Silverstone está motivado por su buena relación con Brackley: compraron en Mercedes todas las piezas que se pueden comprar y diseñaron el resto basándose en el W10. Dejando de lado el componente ético, les funciona.
Por detrás, un buen Alpha Tauri que se parece al Red Bull, pero no tanto, da alas a Kvyat y Gasly, en parte porque salieron a buscar tiempos. Tiempos que Mercedes no busca, pero encuentra: Hamilton y Bottas ruedan en 1:17 sin forzar. Con Ferrari buscándose a sí mismo, rodando en un programa alternativo, y Red Bull algo escondido. Fue extraña la bandera roja que provocó Mad Max en los últimos compases de la sesión a la par que Kvyat, quizás buscando los límites de consumo de su motor Honda.
En cuanto a McLaren, pasan los días y todo va muy bien en fiabilidad, pero no se despejan los interrogantes del rendimiento. Sainz pilotó el MCL35 por la mañana estrenando un nuevo difusor, Norris no anduvo rápido por la tarde. El madrileño regresará a la pista el viernes completo, pero ya sólo queda una oportunidad para verle exprimiendo las gomas blandas.