Hay futuro y
Vinicius tira del Madrid y marca tras una falta previa de Carvajal ● Golazo de falta de Ramos
Para meter a Vinicius tuvo Zidane que reordenar de arriba abajo el equipo y sacar de su zona de confort a Hazard. Fue un baño de jerarquía para un casi adolescente que empezó siendo revoltoso, después aerodinámico, más tarde el tambor del grupo y ahora pieza crucial. Esta vez sumó un gol de temple, su punto débil, a un repertorio que entusiasma en el club. El equipo, que tiró de las fuerzas armadas (Bale, Hazard, Benzema...), no cambió demasiado esa bien ganada fama de montaña rusa: dejó buenos planos y secuencias aburridas, con Ramos en el centro del escenario. Su gol de falta está a la altura de los grandes de la especialidad. El Mallorca, con futbolistas menos distinguidos, fue un grupo honorable y bien estructurado, pero en Primera no se puede andar con tan poca pólvora sin que te exploten los resultados. Más ante un gigante como el Madrid.
Al grito de abajo la geometría empezó todo. Como le pedían la afición y el cuerpo, el francés reunió a Hazard y a Vinicius en un mismo once, hecho inédito en toda la temporada. Pero tenía que intentar que no fueran excluyentes los dos jugadores con más colorido del equipo. Al final, esto consiste en que los once mejores de una plantilla les quiten el puesto a los catorce peores. Lo hizo a costa de quebrar sus dos dibujos de referencia (4-3-3 y 4-4-2) para armar un 4-2-3-1, con el belga como mediapunta, el brasileño en la izquierda y Bale en la derecha. En cierto modo era previsible el regreso del galés, porque hay demasiados partidos, muy poco tiempo y nunca se sabe a quién puede necesitarse al final. Incluso a un jugador que lleva muchos meses indispuesto, acomodado en la ciudad y en la suplencia. Virtualmente, un caso perdido. El partido no le rehabilitó.
Toda esa metralla se le vino encima al Mallorca de Kubo, que por zurdo, pequeño, regateador y exculé quieren convertir en pariente lejano de Messi. Él es la esperanza de un continente que llegó tarde al fútbol, aunque aún se le ve como una rareza. Como si Jamaica no hubiese llevado equipos de bobsleigh a unos Juegos de invierno y al cine. Dejó una gran impresión general y un eslalon estupendo que acabó en disparo al lateral de la red. Por detrás de él puso Vicente Moreno tres centrales y dos mediocentros, un pelotón de antidisturbios para resistir a toda costa, y dos alas para salir volando a la contra, Pozo y Lago, extremos reorientados a laterales.
La cosa comenzó con dos superparadas de Manolo Reina, a Benzema y Bale, y un cierto relax posterior del Madrid. Se cuentan por cientos los partidos del equipo que acaban en evasión y victoria. Y mientras arde Misissipi por los cuatro costados, a Melero, in situ,