Las dos caras de Zidane
El técnico sorprende con dos sistemas opuestos en el arranque ● De Vinicius y Rodrygo a Jovic y Mayoral ● El club insiste, no vendrá otro delantero ● La solución es juntar a Hazard con Benzema
Diecisiete jugadores utilizados en los dos primeros partidos. Zidane ha abierto el abanico, ha puesto todas las cartas sobre la mesa para calibrar el potencial de la plantilla con el que hay que afrontar el asalto a los tres grandes títulos, todo a la espera de que vuelvan Hazard y Asensio. Dos partidos (Real y Betis) en los que el técnico ha mostrado también dos caras radicalmente distintas con las que parece escenificar sobre el césped lo que dice su boca en las ruedas de prensa: “Hasta el 4 de octubre todo es posible”, insiste, insinuando que espera alguna incorporación.
Ante la Real dispuso el técnico un 4-3-3 con dos bandas claras, Vinicius y Rodrygo, y Mayoral y Jovic ni siquiera salieron a calentar a pesar del empate. Ante el Betis, utilizó un 4-4-2 con dos delanteros y sin bandas. Ahí echó mano de
Jovic y Mayoral y Rodrygo y Vinicius fueron los que ni siquiera salieron a calentar aunque hubo que remontar el 2-1 de la primera parte… La noche y la mañana con sólo unos días de diferencia.
El único elemento que sirvió de nexo de unión en estos dos partidos fue Odegaard, titular el noruego en ambos jugando por delante de los mediocentros. Pero el nórdico ha diluido el efecto de ser la cara nueva del proyecto a las primeras de cambio. Más aún, ante el Betis fue sustituido por Isco en el descanso (con sólo 23 pases dados y parte de culpa en el segundo gol bético de William Carvalho), momento a partir del cual el equipo mejoró hasta culminar la remontada…
Lo mejor de la experiencia del Madrid en este inicio, sin duda, son los cuatro puntos ganados de los seis en juego. A pesar de todo, desde el club se insiste en que no habrá incorporaciones de ningún tipo incluso aunque se consume la cesión de Jovic (que está cada vez más lejos) o la salida de Nacho al Calcio. Además, se desliza cierto desconcierto con las primeras decisiones tomadas por Zidane. En primer lugar con las del verano, pues se insiste en que fue Zidane quien forzó las salidas de Reguilón, James, Ceballos o Bale. En segundo término por el mensaje evidente que el técnico mandó apartando de la actividad a Jovic y Mayoral y dando entrada a Marvin y Arribas ante la Real. Y, finalmente, por el bandazo dado ante el Betis en cuanto a sistema y elección de jugadores. Sorprendió la titularidad de Jovic, que al menos se fue del partido habiendo provocado la expulsión de Emerson después de no disparar a puerta y tocar el balón sólo diez veces, cuatro de ellas mal, en 72 minutos.
El punto de vista del cuerpo técnico es bien distinto. Las rotaciones masivas entran dentro de los planes de Zidane, sobre todo en este arranque de Liga (ante la acumulación de esfuerzos) en el que se quieren evitar lesiones. Vinicius y Rodrygo volverán a escena casi con toda seguridad en el partido del miércoles (21:30 horas) ante el Valladolid. ¿Pero, qué hay de la idea de futuro?
Zidane barrunta dos soluciones si termina no viniendo, como parece, un nueve de garantías. En la primera de ellas el dibujo es definitivamente un 4-4-2 en rombo, pero el delantero que acompañaría a Benzema es Hazard. El belga estaría liberado, de esa manera, de cualquier tarea defensiva. Con esta opción, Isco y Odegaard se disputan el puesto que queda en la mediapunta. En la segunda de las soluciones que planea el técnico, el dibujo cambia a un 4-3-3, con Hazard y Asensio en los costados y Benzema en punta (esta idea
Odegaard Es la cara negativa del arranque, no aprovechó la oportunidad de Zidane
El club Hay cierto desconcierto por las decisiones tomadas por el técnico
a Benzema, ya que el serbio apenas había tenido protagonismo desde que llegó al Paseo de La Castellana. El rombo que propuso el técnico galo no terminó de funcionar del todo en el Villamarín, aunque sí hubo momentos donde este sistema pudo sacar a relucir sus virtudes. Al acumular muchos futbolistas por dentro y con diferentes alturas, suele ser complicado para el rival ajustar la defensa, más cuando el Betis en los primeros minutos defendió en campo propio en 1-4-4-2. Ahí, casi siempre a la espalda de los mediocentros, el Madrid encontraba a Odegaard o a Benzema, para luego poder liberar y alimentar los costados para generar situaciones de peligro.
Líneas del Betis.
Esto duró muy poco, lo que tardaron los verdiblancos en adelantar sus líneas y decidirse a presionar muy alto. A partir de ese momento, se produjo una gran desconexión entre los defensores y el resto del equipo, nadie era capaz de romper dicha presión rival en conducción, ni de encontrar a la siguiente línea de compañeros a través del pase. Cuando el Betis robaba aparecieron todas las carencias que puede tener el rombo. Las ayudas en las bandas
Profundidad por las bandas.
Por último, al Real Madrid le está faltando profundidad por banda, por lo visto en estos dos primeros partidos oficiales, contra la Real Sociedad y el Betis. A los laterales (en ambos partidos han jugado Carvajal y Mendy el encuentro completo) les está costando ganar línea de fondo con asiduidad y ser una amenaza real en el ataque, algo muy necesario, sobre todo si este rombo que utilizó ZIdane en el Villamarín se repite en más ocasiones durante la presente temporada.