Nadal llega a tiempo
La versión estándar de Rafa sin molestias surgió ante Fognini ● Su rival en cuartos será Tsitsipas
Los duros días de tratamiento, con infiltraciones en la espalda y paso por el hospital, le han dado resultado a Nadal, que ya es el de siempre, con todos sus mecanismos naturales en funcionamiento. Se vio ante el primer rival de verdadera entidad que se encontró en el Open de Australia. En unas condiciones que le vinieron al pelo, de día y con calorcito, el balear ganó a Fabio Fognini en tres sets (6-3, 6-4 y 6-2 en 2h 16) y jugará mañana por 13ª vez los cuartos de final del torneo (43ª de Grand Slam en total), un logro que le coloca en el tercer puesto histórico, empatado con Crawford y Qist, y sólo por detrás de Federer (15) y Newcombe (14).
Para esa ronda caliente espera Stefanos Tsitsipas, que pasó por retirada de Berrettini (otra lesión abdominal) antes de jugar. “Son jóvenes, fuertes y con energía”, dijo sobre ellos Nadal, a quien le corrieron los golpes sin demasiado esfuerzo, tanto de drive como, especialmente, de revés, una gran noticia; acreditó muy buenos porcentajes de saque con velocidades más altas (llegó a servir a 201 Km/h) y en cuanto a movilidad, sus piernas rindieron ya con el dinamismo que él esperaba. Buenas sensaciones para lo que viene y más opciones de alcanzar sus objetivos, siempre los más altos.
Ante Fognini, un amigo al que se había enfrentado antes 16 veces (13-4 ahora en el balance), Rafa fue de menos a más. Antes de empezar, los médicos del torneo alarmaron al aparecer y preguntarle a Nadal qué necesitaba. Afortunadamente fue un error, porque no había pedido asistencia. “Será en otra pista”, dijo. Pasada esta anécdota, inició una labor de zapa que desgastó inexorablemente las fuerzas de un rival que venía castigado y ganó el primer set con cinco errores no forzados.
En el segundo, el número dos del mundo encajó una rotura peligrosa porque era el 4-2 para Fognini. Sin embargo, fue el punto de inflexión que puso el resto del partido a su favor, porque a partir de ahí no hubo más historia que la dictada por el ganador de 20 Grand Slams. Un parcial de 10-2 acabó con la resistencia menguante del de San Remo, que se entregó sin condiciones ante la evidencia. El último juego, con Rafa en plan arrollador, dejó una impresión magnífica. Parece que la leyenda llega a tiempo. Ojo con él.
Histórico Rafa jugará por 13ª vez los cuartos en Australia, la 43ª en un Grand Slam
Físico Nadal evidenció mejoría y la movilidad de piernas fue la habitual