En el nombre de Riquelme
Gerard guía a un gran Villarreal a su quinta semifinal en Europa ● El Arsenal, verdugo en 2006, será el rival
Emery vino para esto y, de momento, ha cumplido con creces: ha metido al invicto Villarreal de nuevo entre los mejores de Europa al clasificarle para sus quintas semifinales. Esta vez se verá las caras frente al que fue su equipo, el Arsenal, y el verdugo del Submarino en la Champions de 2006 en aquel careo que siempre será resumido con la foto de Riquelme abatido. Ahora queda por dilucidar si el técnico pasará a la historia del club, es decir, si es capar de conducirle a su primera final, o se queda en la orilla donde llegaron colegas como Paquito, Pellegrini, Garrido y Marcelino. En tres semanas saldremos de dudas. La antesala de la gloria que espera en Polonia se celebrará el 29 de abril en Vila-real y el 6 de mayo en Londres.
El Villarreal hizo bueno el 0-1 de la ida y, aunque el Dinamo estuvo más respondón que en su estadio, sufrió lo justo en la vuelta. En el primer tiempo sentenció por una ambición desbordante. Es lo que tiene jugar con Gerard como abanderado y rodearlo de titulares, algo que no pudo llevarse a cabo en la última jornada de Liga (derrota ante Osasuna) debido a que el calendario empieza a pasar factura. La defensa volvió a mostrar un nivel excelente. El regreso de Trigueros también dio otra alegría al juego. Y el de Chukwueze, más desborde y pegada. Dos zurdazos casi tiran los palos.
Lo de Alcácer fue algo sorprendente por su sequía y por el estado de Bacca, pero los grandes jugadores han de estar en las grandes citas. Y Paco ha vuelto en el momento decisivo. Amplió la renta en el 36’ al empujar un servicio de Chukwueze que nació, cómo no, en la cabeza de Gerard. Su pase resume lo que es y por lo que alguno medita pagar: un diez mayúsculo. El internacional no tuvo suficiente, así que aprovechó un escarceo de Albiol para convertir un rechace en una preciosidad (43’). Con el 3-0 global y tras poder golear, el Submarino encajó al comenzar a pensar cómo hincarle el diente al Arsenal. Da igual. Lo más bonito del fútbol es que permite otra oportunidad. Y aunque sea desde casa, bendito pueblo de Vila-real y fieles de este equipo, disfruten. Gerard es cabezón y se ha empeñado en aliviar el eterno sufrimiento del ídolo Juan Román.
Pareja letal El delantero internacional y Alcácer ampliaron la renta de Zagreb