Luis Enrique necesita un plan B para sorprender
El seleccionador debe preparar alternativas para cuando el rival anula las virtudes de la Selección y acentúa sus debilidades. Debe flexibilizar el 1-4-3-3.
Previsible. La Selección de Luis Enrique es un equipo reconocible. Quizás demasiado reconocible para los rivales, que se saben al detalle cómo juega España y se esmeran en neutralizar sus virtudes y provocar sus defectos al hacer hincapié en sus debilidades. Una cosa es ser un equipo reconocible, que domina todos los momentos del juego y que sus futbolistas saben qué hacer en cada fase y otra ser un equipo previsible. España fue previsible ante Suecia y debe tener recursos tácticos y técnicos para sorprender.
Interiores muy atrás. Las debilidades de España ante Suecia, que hizo un gran partido, pero tuvo debilidades. La posición donde reciben el balón los interiores es muy retrasada. Tanto Koke como Pedri iniciaban el juego demasiado atrás y eso supuso que la circulación del balón, aunque se realizara de manera rápida, no fuera un arma para desordenar el sistema defensivo de Suecia. La estructura de salida de balón estaba así montada, Koke baja a recibir al lateral y Marcos Llorente se posicionaba de interior, pero no funcionó.
Sin profundidad. Al equipo español le costó tener profundidad porque, aunque la recuperación tras pérdida funcione cada vez mejor, al recuperar el balón los suecos seguían perfectamente organizados y había pases de seguridad con los que provocaban que se replegaran del todo. Luis Enrique debe buscar la fórmula para que el equipo sorprenda en las transiciones.
Contraataques. Los suecos llegaron tres o cuatro veces con mucho peligro y se vio que Laporte y Pau Torres les falta coordinarse mejor y adquirir los automatismos necesarios en una pareja de centrales. En las dos contras más letales de los suecos en las que estuvieron a punto de marcar, a los centrales les faltó contundencia, que saben correr hacía atrás, pero deben ser más expeditivos y agresivos al corte.
Alternativas. Luis Enrique, dentro de su estilo y su sistema inamovible 1-4-33, debe trabajar alternativas para sorprender a los equipos. Si hay que lanzar en largo y frontal a la espalda de la defensa, se lanza. Si hay que echarse atrás para darle el campo al rival y crear así espacios para atacarlos y realizar ataques rápidos, se echa el equipo unos metros atrás.
Sin desborde. Una de las maneras de sorprender al rival es encarando y buscar así superar líneas regateando. Hay que fomentar que realicen el uno contra uno para superar líneas. Ferran lo intentó alguna vez, pero pocas. Además, Morata y Gerard Moreno deben jugar juntos porque se pueden compenetrar muy bien y conseguir que lleguen los goles.