Martillazo de Verstappen
‘Mad Max’ gana en casa de Red Bull con una ventaja abrumadora sobre Hamilton. Sainz remonta hasta el sexto puesto y Alonso termina noveno
Parece que Verstappen ganó una carrera en Austria y Hamilton quedó segundo, pero en realidad es mucho más que eso. Perdió el inglés, en cada vuelta, durante 71 pasos por meta. Vio cómo la diferencia frente al Red Bull crecía y crecía, de las décimas a los cuatro segundos que defendió ante las paradas en boxes. Más allá de los diez una vez cambiaron los neumáticos. 35 en meta por la doble parada del inglés. Hizo todo lo que pudo Sir Lewis con un gran coche, el Mercedes, pero quedó a una distancia enorme del piloto y el monoplaza del momento. Mad Max conquistó el GP de Estiria y da un golpe al Mundial. No por la diferencia de puntos, son 18 y queda una temporada larguísima, pero sí por la sensación de imbatibilidad que despiertan el toro y el león.
Salió fácil, desde la pole, se defendió en el primer vértice y se dedicó a volar. Corrió solo toda la carrera, apenas tuvo que preocuparse por doblar del quinto hacia abajo sin sobresaltos. Además, ni llovió ni debió aparecer el coche de seguridad en la hora y media de carrera, así que fue un domingo plácido para Verstappen y quizás la victoria más cómoda de las 14 que acumula. Vendrán más, la próxima quizás este domingo en el GP de Austria. En Red Bull Ring, el circuito de casa, alguien está a punto de dar un golpe al Mundial. Hamilton y Bottas completaron el podio. El tercer puesto debió ser para Checo Pérez, pero una parada horrible por parte del equipo que las hace mejor le hizo perder el puesto frente al finlandés y terminó cuarto. Un buen botín para Valtteri, que no subía al cajón desde Barcelona. Las caras en Mercedes son largas porque después de acotar los alerones flexibles y revisar las presiones de los neumáticos, el RB16B sigue ahí, delante, generándoles el mayor dolor de cabeza.
De menos a más. Para el resto de la parrilla sí fue un gran premio movido. En la salida, Gasly y Leclerc se tocaron (Alonso, que partía octavo, peleaba con ellos) y el francés abandonó. El monegasco debió cambiar neumáticos en la primera vuelta por pinchazo. Norris se marchó delante y Sainz, que arrancó 12º, necesitó ocho vueltas para alcanzar posiciones de puntos. El madrileño podía escoger neumático y montó el medio, cuando sus rivales del top-10 habían salido con blando. Eso le permitió alargar su primer stint, pero pocos imaginaban que aguantaría con el mismo juego ¡hasta la vuelta 41!
En cuanto Sainz se quedó sin tráfico, voló y recuperó lo que era suyo hace una semana, en Paul Ricard. Entonces salió quinto y acabó undécimo, porque los neumáticos desaparecieron.
Esta vez finalizó sexto, sólo por detrás de Norris entre quienes no pilotan un coche ganador, y le hubiera cogido de no ser porque le encerró Hamilton, de quien llegó a desdoblarse. Ayudó que Leclerc se descolgara por el incidente del inicio y debiera correr en otras circunstancias, porque el muro se desacomplejó de golpe y buscó una estrategia inteligente con el primero de sus coches. La jugada salió bien, porque los Ferrari acabaron volando y Leclerc remontó hasta el séptimo con adelantamientos brillantes a Raikkonen o Vettel. Cuando piensan con dos coches a la vez, son capaces de sumar más puntos que McLaren.
Alonso peleó durante toda la tarde en el tren más complicado, el que cierra el top10, y acabó noveno tras Stroll, pero delante de un correoso Tsunoda con un Alpine que hoy por hoy no da para más. Ocon acabó muy lejos. Se quedó sin puntos un digno Russell, que luchó tras Fernando con el Williams durante media carrera. Una mala parada le descolgó, y luego abandonó por avería mecánica. En siete días puede desquitarse en el mismo escenario, con 100.000 aficionados en las gradas. Los locales beberán bebidas energéticas, los holandeses preferirán cerveza, pero todos querrán que gane otra vez Verstappen. Y es probable que se marchen a casa contentos.
General Max sale más líder: 18 puntos de ventaja respecto a Lewis
Pérez Se queda a las puertas del podio por un mal cambio de ruedas
Carlos Sainz fue sexto en el Red Bull Ring con una remontada cimentada sobre un increíble primer stint. Completó 41 vueltas con el mismo juego de medios sin bajar el ritmo y adelantó a cuatro coches, primero al retrasar su paso por boxes y después al contar con mejores neumáticos en el rush final de la carrera. Se habría acercado al quinto de Norris de no haberse encontrado con Hamilton en las últimas vueltas: el inglés le dobló pero no se marchó, y eso le lastró.
AS preguntó al madrileño por ese relevo tan sólido en el que pudo sacar todo el ritmo que Ferrari echó de menos una semana antes en Paul Ricard: “Fue un stint muy sólido con el neumático medio. Empecé detrás de Fernando y Tsunoda, estaban en un tren con DRS y debí gestionar mis neumáticos entonces. Sabía que podía hacer las 40 vueltas, pero tenía que cuidar las gomas hasta que tuviera aire limpio”.
“Con lo que estoy más contento es con el ritmo en aire limpio, conseguí bajar un segundo por vuelta y empecé a rodar con un ritmo más competitivo que McLaren y muy cerca de los líderes. Desde entonces, las sensaciones con el coche fueron increíbles y a simple vista parece mi carrera más completa desde que soy piloto de Ferrari por el ritmo y la gestión de neumáticos. El coche estuvo muy bien en carrera y estoy contento”, aseguró a este periódico.
Delicado. En cuanto a su adelantamiento a Hamilton para desdoblarse: “No quería hacer nada estúpido porque él
Gran rendimiento “Con lo que estoy más contento es con mi ritmo en aire limpio”
está luchando por el Mundial. Pero me estaba impacientando, porque veía que no iba a doblar a Lando. Con mi equipo encontramos la manera de transmitirle a Mercedes que sería importante que me dejaran pasar, cogí el DRS y le adelanté. Pero perdí 15 vueltas fundamentales”.