Una carrera de seis vueltas
Victoria de Quartararo, que no tuvo rival desde el séptimo giro. Maverick y Mir completan el podio
Una mala salida, por problemas con el embrague, según dijo al bajarse de su Yamaha, le costó a Maverick Viñales sus opciones de victoria en la carrera de Assen. Se esperaba con ganas su duelo por el triunfo con su compañero, Fabio Quartararo, pero no lo hubo porque el francés aprovechó el fallo del español y liquidó la carrera en apenas seis vueltas, que son las que tardó en deshacerse de Francesco Bagnaia, el único que le ofreció algo de oposición gracias al avión que es la Ducati en las rectas.
Entre el motoraco de la Desmosedici y lo bien que actúa su holeshot trasero que le otorga más tracción, Pecco pudo sobrepasar inmediatamente un par de veces al Diablo después de que este le superara en la chicane de entrada a meta. Sin embargo, cuando en la sexta vuelta lo adelantó en la curva 11, el de Yamaha logró suficiente margen para que luego el de Ducati no le quitara las pegatinas en el inicio de la recta, con lo que en el primer parcial de la séptima vuelta, en sólo cuatro curvas, se había escapado cuatro décimas, y al completar el giro, lo que hizo con vuelta rápida, ya tenía seis décimas de ventaja sobre el italiano. A partir de ahí, fue disparado en solitario hacia la victoria, con hasta cuatro segundos de ventaja que acabaron con 2.7 sobre Maverick al cruzar la línea de meta.
Hándicap. Una lástima la pérdida de posiciones de Mack en la salida, porque caer relegado a la cuarta plaza en ese momento le costó no ver a Quartararo nunca más de cerca. Ambos estuvieron a punto de tocarse nada más apagarse el semáforo rojo. El español cortó un poco de gas, al verse cerrado, y se vio superado por Fabio, Bagnaia y Nakagami. Al de Roses, que fue el único que montó el neumático delantero blando, le costó mucho superar al japonés. Con Bagnaia, en cambio, lo tuvo más fácil, porque le sancionaron con una vuelta larga por exceder los límites del trazado. El de Ducati cumplió el castigo en la vuelta 15 y pasó de la segunda plaza a la octava. Vía libre para Maverick hasta ser segundo.
Se ahorró el problema de Bagnaia también Mir, que firmó otra gran remontada desde la décima plaza hasta la tercera. Merecido premio a su esfuerzo el podio. Su mayor rival en esa pelea fue Zarco, al que un lance con Rins en la segunda vuelta le costó al de Suzuki la salida de pista cuando rodaba quinto, para regresar último (22º) y acabar undécimo. Volviendo a Mir, entró en la meta a 5.7 de la cabeza, a tres segundos de Maverick y con 370 milésimas sobre Zarco, y se queda cuarto de la general a 55 puntos del liderato de Quartararo.
El francés llegó a Assen con 22 puntos de ventaja sobre Zarco y se va con 34 sobre él, lo que es una gran renta, forjada ya con cuatro victorias. La última la celebró con palo de golf en mano y haciendo varios swing al aire. Le costó varios intentos dar un topazo al final con el que hizo muy pocos metros. No importa, lo suyo son las motos y, a la vista está, esas sí que se le dan de maravilla.
Fuera de las plazas de podio, interesante remontada de Marc Márquez desde la vigésima plaza a la séptima, superado también por Zarco, Oliveira y Bagnaia. Su salida fue espectacular, capaz de ganar ocho plazas de una tacada, hasta la duodécima. Y luego dio gusto verle fajarse como si fuera un meritorio que no lleva ocho títulos conquistado y como si no viniera de ganar en Alemania.
Aleix, Nakagami y Pol completaron las diez primeras plazas. Álex Márquez fue 15º y Lecuona no acabó por caída, lo mismo que Rossi, que se fue al suelo cuando marchaba 17º a mitad de carrera. Ahora casi cinco semanas de vacaciones, el parón más largo nunca visto en MotoGP, para volver todos con las baterías cargadas, en especial las de Marc, que es el que más lo necesita.
Viñales Una mala salida por problemas de embrague le penalizó en el inicio
Márquez Remontó del 20º al séptimo tras ganar ocho puestos en la arrancada