Operación
La maquinita de la Selección se puso ayer en marcha en Madrid a 29 días del debut olímpico contra Argentina en el Saitama Arena de Tokio. Lo hizo con un pequeño sobresalto. Mientras la mayoría de los jugadores participaba en la sesión de fotos, Pierre Oriola tuvo que confinarse en casa al haber estado en contacto estrecho con un positivo. Si no hay malas noticias, se incorporará a los entrenamientos al final de esta semana.
Sergio Scariolo tiene un mes justo para poner en hora a un equipo con unas características muy específicas. Podría parecer tiempo suficiente, pero la concentración tiene sus peculiaridades. Un viaje a Francia, un vuelo a Las Vegas para desafiar a Estados Unidos a poco más de una semana de los Juegos; y, finalmente, el viaje a Japón, donde los jugadores necesitarán al menos un par de días para poner los cuerpos en hora después de haber girado las agujas del reloj hacia la izquierda y luego acelerarlas hacia la derecha.
La preparación de la Selección tendrá, además, diversas velocidades. Por motivos obvios, no van a llevar el mismo ritmo de trabajo Pau o Marc Gasol que Usman Garuba. O Sergio Rodríguez y Carlos Alocén. Las sesiones individualizadas tomarán mucho protagonismo. Además del caso de Gasol, que ha conseguido volver a las canchas después de dos años de trabajo, jugadores como Rudy, Claver o Llull vienen de un año complicado en materia de lesiones. Los tres fueron, junto a Ricky y Marc, la base de los campeones, siempre con ayuda de los Hernangómez, que son algo así como la gasolina súper para la Selección.
España preparará la Operación Saitama con cinco amistosos, que irán subiendo de
Oriola Está confinado por el contacto con un positivo por COVID-19