Del 1-4-3-3 de Luis Enrique a la tortilla española y los pelotazos
Luis Enrique ha arriesgado al afrontar la Eurocopa con uno único sistema. Ante Croacia funcionó y sirvió para tener una segunda oportunidad en la prórroga.
Invariable. Luis Enrique pone todos los huevos a la misma cesta. Sólo ha enseñado y ha practicado un sistema, repitiendo hasta en los calentamientos los movimientos de manera analítica y un punto obsesiva. El sistema 1-4-3-3 es el que tienen que desarrollar los jugadores y de la manera que indica el seleccionador. No va a cambiarlo ni a realizar modificaciones. Si se cae la cesta con los huevos, se rompen todos y no hay otra cesta con huevos para hacer otra tortilla. Pero ante Croacia ese sistema le valió para lograr una victoria épica y legendaria, los huevos del cesto del 1-43-3 le sirvieron para hacer la mejor tortilla española.
Rectificación. El seleccionador no varía nada su dibujo e insiste con su esquema vaya como vaya el resultado y sea el minuto que sea. Lo que sí hace Luis Enrique es modificar sobre el sistema. Y ante Croacia se le vio desesperado porque a Ferran no le salía nada por la derecha y mandó que se intercambiara la banda con Sarabia. Una decisión acertada que provocó que el delantero del PSG hiciera estragos jugando a pierna cambiada y llegando a los espacios que tan bien explota en busca del gol.
Juego interior. Los croatas dieron las bandas a España y le cerraban los pasillos interiores. Así controlaron por fases a los españoles, hasta que Koke y Pedri se percataron que Kovacic y Modric no les seguían. A partir de ahí, empezaron a llegar las ocasiones y fue el camino para dar la vuelta al marcador tras el 0-1 por el fallo de Unai Simón y llegar a ponerse 1-3.
Pelotazos. Croacia consiguió empatar cuando parecía que los goles de Azpilicueta y Ferran habían cerrado el marcador. Los croatas acumularon gente arriba y metieron balones al área. “El balón cuanto más lejos le pegas, más rápido vuelve”, dijo el seleccionador tras el partido para reconocer los errores que tuvieron esos minutos, en los que sus jugadores achicaron agua despejando balones y no defendiendo con la pelota. Algo que sí hicieron al final del partido y Croacia logró empatar. En la prórroga, tras el golazo de Morata, España defendió con el balón como exige Luis Enrique.
Pedri. La fe que le profesa Luis Enrique se nota en que es el único intocable junto a Unai Simón. Lo ha jugado todo y además bien, pero todavía se espera más de él. La comparación que se le
Busquets. Es otro de los jugadores-referencia para Luis Enrique. El seleccionador fue criticado por guardarle la plaza pese a que el culé se contagió de coronavirus y se perdió toda la concentración
Sarabia. Empezó como revulsivo, por detrás de las bandas titulares (Ferran y Olmo) pero se ha hecho con el puesto porque tiene lo que no aparecía: mucho gol. No es extraño que un jugador que le cubre minutos a Neymar y Mbappé sea titular en la Selección, más bien lo sería si fuera al revés. Está pletórico. Muy rápido y vertical. Un puñal para España.