Marcos André pide turno
El delantero espera la salida de Kang-in Lee para poder ser inscrito y debutar ● El Alavés llega con cero puntos
En Coroatá, ciudad de 70.000 habitantes del estado brasileño de Maranhao, estarán atentos a lo que esta noche suceda en Mestalla en el Valencia-Alavés. Allí creció y fue nombrado ciudadano honorífico Marcos André, el primer futbolista en dos años por el que Peter Lim ha pagado traspaso (ocho millones). Sucede que en Coroatá, como en Valencia, están pendientes de saber si hoy debuta su pequeño Marcos. El brasileño, que ayer ya se ejercitó con Bordalás (con Guedes ejerciendo de cicerone) está para estrenarse y ha pedido la vez. Y si fuera por Bordalás, a jugar sin pestañear. Pero antes tiene que ser inscrito y, para ello, por cupo de extracomunitarios, debe concretarse la salida Kang-in Lee, que está encarrilada hacia Mallorca, pero los flecos se lían en nada y te la acaban liando.
El Alavés también llega a Mestalla con caras nuevas que presentar en sociedad: Miazga, Sylla y De la Fuente. Pero ellos saben seguro que de inicio no jugarán. Calleja, que ha empezado la Liga de manera inversa a cómo fueron sus inicios el curso pasado en Vitoria (dos jornadas, cero puntos), avisó que solo introduciría un cambio en su once y será el de Javi López por el sancionado Rubén Duarte. Calleja, que se ganó con creces su contrato por dos años, se niega a encender la alarma por dos partidos.
Por Valencia la vida transcurre con inusitada calma. Inclusive con alegrías como la de Marcos André o la llamada a filas por Luis Enrique de Carlos Soler. Obviamente hasta el martes cualquier sobresalto puede llegar en forma de venta, aunque Bordalás está confiado en que sus soldados de primera línea, entre ellos Guedes o Wass, continuarán. Así que los blanquinegros afrontan la visita del Alavés con el objetivo de irse al parón de selecciones con siete puntos en su casillero, algo que no sucede tras las tres primeras jornadas de Liga desde hace siete temporadas, en la primera de la era Lim con Nuno en el banquillo. El único debate en el once: Mamardashivili o Cillessen.