Un danés a 43 grados
Magnus Cort Nielsen logra su segundo triunfo, esta vez al esprint ● Roglic vuelve a verse inmerso en una caída
Un danés, Magnus Cort Nielsen, conquistó la etapa, y un noruego, Odd Christian Eiking, lidera la clasificación general, bajo el calor aplastante de Córdoba, que en los termómetros urbanos extraoficiales alcanzaba los 43 grados. Tipos duros, estos nórdicos. Cort Nielsen lo mismo te remata victorioso una fuga en la Montaña de Cullera, que reta a los gallos en el muro de Valdepeñas de Jaén hasta los últimos metros, que te gana un esprint masivo como en la jornada de ayer. El ciclista del Education First, de hecho, se presentó en la alta sociedad del ciclismo como velocista con dos triunfos en Gandía y Madrid en 2016. Desde entonces ya suma cinco en La Vuelta, dos este año. España se le da bien.
La etapa concentraba dos dificultades en sus últimos 50 kilómetros, dos puertos clásicos en las aproximaciones de la carrera a Córdoba: el Alto de San Jerónimo, de tercera categoría, 13 km al 3,3%, y el Alto del 14%, 7,3 kilómetros a un 5,6 de pendiente. Ese curioso nombre del 14%, tan ciclista, no guarda, sin embargo, ninguna relación con las bicicletas, sino que se debe a una señal de tráfico que advierte a los vehículos pesados de ese terrible porcentaje en su descenso.
Por ese 14 por ciento bajaron, sin freno motor, los ciclistas de La Vuelta, en busca de una victoria parcial que en otras visitas había atrapado uno de esos velocistas que pasan bien la montaña: John Degenkolb y Peter Sagan son buenos ejemplos entre los precedentes. A ese mismo molde pertenece Matteo Trentin, un corredor muy activo en la presente edición, en la que le hemos visto en varias fugas y entregado en funciones de gregario. El equipo UAE aprovechó el recorrido cordobés para bordar los galones del día en el pecho del italiano, lo que impidió que la escapada de turno, integrada por ocho ciclistas, pudiera prosperar.
Otros retadores no estuvieron por la labor de allanar el camino al UAE Team. Ciccone, Bardet, Vine y Sergio Henao, que se enganchó un poco después, jugaron sus propias bazas con un ataque en este último puerto. Su ofensiva hizo pupa a los velocistas. Trentin se descolgó. Y también Michael Matthews, otro perfecto perfil para tocarse con el sombrero cordobés. El cuarteto aprovechó la circunstancia para abrir trecho con una cuarentena de segundos. La incertidumbre inquietó a Trentin, que se lanzó en el descenso, perseguido por Ion Izagirre. Un error. El grupo trasero logró recomponerse con seis corredores del BikeExchange, que retomaba así la posibilidad de una victoria de Matthews al esprint.
El tren australiano, con alguna ayuda puntual del UAE, logró neutralizar la fuga ya dentro del último kilómetro. El momento de la fusión, que suele generar un pequeño parón, algunas dudas, fue aprovechado por el Education First, que hasta este momento se beneficiaba de la estela del trabajo del BikeExchange. El lanzamiento de Jens Keukeleire a Magnus Cort Nielsen pilló por sorpresa a Matthews, tercero. Tan solo Andrea Bagioli, oportunista y avispado, puso dura oposición al danés. Trentin acabó cuarto, después de haber gastado un cartucho innecesario en el descenso.
Los gallos no se metieron en la pelea. A todos les bastó con aguantar el calor, resistir en el grupo… Y con evitar los imprevistos, como esa caída que tumbó a seis corredores del Jumbo, entre ellos a Primoz Roglic, y a otros capos como Adam Yates, a 55 kilómetros de la meta. Peor le fue la cosa a Tobias Bayer en un accidente anterior que le dejó fuera de carrera. El ciclismo de grandes vueltas se juega a varias bandas. Algunas de ellas, bastante peligrosas.
Avispado El ganador aprovechó el trabajo del equipo de Matthews