De la reacción
El Villarreal estuvo en la lona, se levantó y acabó tirando el triunfo ● Trigueros y Danjuma, goleadores
No debe ser fácil regresar a la Champions diez años después con un telonero tan potente como el Young Boys. Si Villarreal y Atalanta ya estaban presionados de por sí en el debut, la sorprendente actuación en los prolegómenos del tapado suizo ante el United (2-1) condicionó más el encuentro de La Cerámica. La presión se convirtió en nervios. Si algo está claro después de esta primera jornada es que pasar la fase de grupos va a costar tanto como escalar el Himalaya. Y en lo que va de ascensión, el Submarino ya lleva cierta desventaja. Su empate, que acentúa un arranque de temporada sin victorias, es feo justo antes de visitar Old Trafford.
Emery fue valiente de inicio. Mantener a Yeremy no lo hace cualquiera. El problema del técnico es que al resto le costó seguir su arrojo. Pese a la experiencia de algunos pilares como Albiol, el Submarino de Pau salió encogido. Y el Atalanta, que lo percibió, le pasó por encima en los diez primeros minutos. Se adelantó con un derechazo de Freuler y pudo matar minutos después. El Villarreal no pasaba de medio campo. Hasta que Trigueros no asomó por el área en el 22’, La Cerámica parecía la sala de espera del dentista
Gerard fue el encargado de nivelar el encuentro. Empezó a pulular entre líneas, castigando la espalda de De Roon, y a lanzar a Dia en busca de los espacios. Del internacional español fue la mejor ocasión en el 34’. Una aparición que Musso frenó a bocajarro. El Villarreal seguía por debajo pero, al menos, ya se había dado cuenta de que el Atalanta también tiene defectos. Fue en una pérdida en la salida, condenada por Capoue, donde Gerard y Pedraza encontraron a Trigueros en otra de sus llegadas desde atrás. El de Talavera no perdonó, poniendo el empate en un momento clave. Fue en ese minuto 39 cuando el Villarreal por fin se concienció que, tras tantos años de pelea en la Europa League, el ritmo de la Champions es otro diferente. Gerard, desatado a esas horas, pudo obrar la remontada antes del descanso, pero Musso, otra vez, recordó que es un pulpo de los caros. Por algo costó este verano 20 millones de euros.
Villarreal y Atalanta regresaron de los vestuarios haciendo cuentas.
Nervios El resultado de Suiza condicionó el partido de La Cerámica