“La medalla con 21 años me hubiese cambiado”
Sete Benavides se cuelga en la sede del COE el bronce de los Juegos de 2012
El 11 de agosto de 2012 el balear Sete Benavides (31 años, Pollensa) era un tipo contrariado tras su esfuerzo de poco más de 43 segundos. Había perdido la medalla de bronce en Londres “por salir mal” en la final de C1 200, y el piragüista refunfuñaba. Ayer, miércoles 14 de junio de 2022, en la sede del COE, todo cambió: del cuarto puesto salta al tercero, de un diploma a una medalla, porque las pruebas de dopaje demostraron que el lituano Shikulin (plata) había hecho trampas. “Creo sinceramente que este bronce si en vez de colgármelo ahora lo hubiese hecho con 21 años, mi vida hubiese sido diferente”, comentó el deportista arropado por dos leyendas mundiales de su disciplina, David Cal y Saúl Craviotto, además de familiares, amigos y cargos federativos.
“Esta medalla olímpica completa mi palmarés”, resumió Sete, con 25 metales internacionales en su palmarés, porque con la reasignación de la medalla de los Juegos de 2012 también le llegan un bronce mundial y otro europeo por la descalificación del lituano. “En 2016 (fue cuarto en Río) cuando retiraron mi prueba del programa, pensé que la medalla olímpica iba a ser imposible, porque soy del C1 200, aunque piense en París y prepare otra prueba, no es lo mismo. Luego ha llegado esto, y mira, feliz porque tengo medalla en todos los grandes campeonatos”, contó satisfecho.
El dinero del bronce. Del tema económico Benavides no quiso hablar, o no supo. En realidad la medalla le supone un ingreso extra con el que no contaba: son 30.000 euros por el bronce olímpico, y ahora alguien tendrá que decidir si con intereses o no, y también revisar la ayuda que dejó de recibir en los años posteriores de preparación para Río: “Es algo que tenemos que hablar. Me parece una situación muy injusta, pero en este momento no puedo avanzar gran cosa. Habrá que tratarlo”.
Con su medalla de bronce, que podría decirse que es de segunda mano, porque antes de llegar a su cuello la tuvo en el suyo Ivan Shtyl, opina que “la ha guardado muy bien y está en perfecto estado”. Con el ruso tiene amistad: “Hemos hablado. Le he dicho que la voy a cuidar incluso mejor”, sostuvo.
¿S ha tardado mucho en hacer justicia? “Llevamos unos cuantos años con muchos problemas para hacer esta entrega, como la pandemia por ejemplo. Lo ideal hubiese sido en Londres, claro, pero ya está aquí y estoy satisfecho”, concluyó el nuevo medallista.