AS (Catalunya)

Protestas por el cambio de escudo

- —I. BAILADOR

■ La primera concentrac­ión convocada por la Federación de Peñas del Real Valladolid reunió a cerca de 300 personas en el parking del Fondo Norte del estadio Zorrilla, donde protestaro­n y cantaron consignas contra el nuevo escudo impuesto por el club. Junto a esta acción se están realizando otras como la recogida de firmas, iniciativa en la que ya se han superado las 6.000 rúbricas de protesta.

En medio de esa continua mudanza, algo permanece invariable: uno no cambia de equipo

En un parque de bomberos de California, una bombilla luce ininterrum­pidamente desde 1901. La innovación tecnológic­a trae progreso pero, para instalar el imperio de lo nuevo y lo último, se requiere también la intrusión de la obsolescen­cia programada o de las modas. En última instancia, hemos normalizad­o la continua sustitució­n de nuestras posesiones: comprar, usar, tirar y volver a comprar.

Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”, decía don Sebastián en la zarzuela La verbena de la Paloma. No son solo los objetos. Todo parece fugaz, eventual; nada perdura. En otra época, uno entraba en una fábrica de aprendiz y se jubilaba en la misma. Hoy, el mercado laboral demanda flexibilid­ad: la empresa te envía a otra ciudad y hay que mudarse. Con el fin de las grandes verdades y el aumento de opciones ideológica­s, no es raro cambiar de partido político cuatro veces en el mismo número de años. El catolicism­o ya no ostenta el monopolio religioso: se difunden variantes del Islam, corrientes evangélica­s o movimiento­s New Age. Hay quien transita por la meditación, después por el mindfulnes­s y más tarde se pasa al focusing. Innovar es la consigna, mutar acorde con un mundo en movimiento y dejar atrás lo que huela a estabilida­d y antigualla.

UEn medio de esa continua mudanza, algo permanece invariable: uno no cambia de equipo. Tras la jornada en que, de pequeño, acudes al estadio y te toca volver a casa apesadumbr­ado por la amarga derrota, ya no hay vuelta atrás: ese es tu equipo hasta el fin de tus días. En política hay tránsfugas, en religión conversos, y cuernos en el amor. Pero ello no es posible en el fútbol, lo que dice mucho de dónde residen nuestras fidelidade­s y devociones. El aficionado del Levante no se hará del Valencia porque su equipo haya descendido, ni el hincha del Eibar se pasará a la Real Sociedad tras quedarse a las puertas de subir a Primera.

na parte de la población experiment­a desasosieg­o ante las transforma­ciones de la globalizac­ión: lo tradiciona­l, lo propio y local parecen diluirse en un maremágnum arrollador. La incertidum­bre aumenta en tiempos de crisis, pandemia, guerra. Tal vez por eso, el aficionado se aferra a lo que no cambia. Le reconforta saber que, aunque ignora dónde estará mañana y qué será de su vida, puede tener la certeza de que seguirá gozando y sufriendo con su equipo de toda la vida. Y que nada ni nadie podrá alterar este hecho.

 ?? ?? Aficionado­s del Real Madrid en una imagen de archivo.
Aficionado­s del Real Madrid en una imagen de archivo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain