Cuarto tropiezo del Madrid en cinco salidas
El Pionir agigantó al Estrella Roja ● Jeff Taylor anotó 25 puntos
Como ante el Darussafaka hace una semana, el Madrid firmó una pésima actuación en un escenario difícil. Belgrado empujó y los de Laso se vieron superados por un Estrella Roja crecido. Rudy y Maciulis no jugaron y Doncic se lesionó. Taylor metió siete triples.
Quinta derrota del Madrid en la Euroliga. La cuarta en sus cinco últimas salidas, la tercera consecutiva. Ante el CSKA y el Fenerbahçe había dado la cara, pero ayer en Belgrado firmó una pésima actuación. Como ante el Darussafaka la semana pasada. Del peor partido de la temporada a uno que se le pareció mucho. Desarbolado por la energía del Pionir, del Estrella Roja y de su entregada afición. Siempre a contracorriente, incapaz de agruparse y entender la magnitud del desafío. Un déficit de atención multiplicado por encarar dos partidos y un viaje en 48 horas.
Un Real, seguimos, condicionado por el rebote, las faltas de ataque y las pérdidas (14). Carente de los mecanismos habituales del grupo, con nula circulación de balón y Llull a la heroica, desde muy pronto y en exceso. Bien en algunas entradas y horroroso en los triples (0 de 6), la mayoría lejanos y muy forzados. Sus compañeros le copiaron, efecto contagio. El desenlace de unos ataques que no iban más allá del primer pase. El desacierto, por supuesto, lo exacerbó todo. Hizo la madeja más espesa.
Los números cantan: Doncic embocó el primer triple, un fantástico Taylor añadió siete y lo que queda es un paupérrimo 0 de 16. Muy difícil de igualar. Se notaron las bajas de Rudy (fue padre de un niño) y de Maciulis. Y Doncic se daño un tobillo.
En ese mar de la espesura Ayón fue a veces el clavo ardiendo creativo: 7 asistencias, pasador como último recurso. Y en medio, Jeff Taylor. Su mejor actuación en año y medio, 25 puntos y mucho aplomo. Un oasis en el desierto frente a un Estrella Roja con talento joven (Guduric), un gigante que hizo pupa (Kuzmic) y un veterano al mando de las operaciones (Simonovic).
Al Pionir le faltaron dos personas para el cartel de sin asientos vacíos, aunque no cabía ni el canto de un folio. Séptimo lleno del equipo blanco a domicilio. La sala Nikolic empujó a los serbios hasta los 43 puntos al descanso cuando solo el Barça anota menos. El duelo se rompió con un 14-0. Cada ofensiva del Madrid era de las de sudor frío y se descolgó pronto. Ahora toca desquite o herida abierta: jueves 29, Estambul, el Efes.