Un trámite que es una oportunidad
Lo de hoy en Vigo es para el Valencia como la vuelta de la semifinal contra el Barcelona del curso pasado tras aquel bochornoso 7-0 del Camp Nou: un trámite. Que ningún futbolista se lesione y que sigan dando aire fresco los canteranos. Esos son los únicos cometidos blanquinegros en su visita a Balaídos. Para un Valencia al que históricamente se le ha identificado por ser ‘bronco y copero’ es triste decirlo. Pero es lo que hay. Hoy en día ni es ‘bronco’ (al menos no lo es en el campo, porque fuera sí da que hablar por sus rajes y desmanes) ni tampoco es ‘copero’ tras el 1-4 de Mestalla. Lo decía ayer Voro: “El único objetivo es salvar la categoría”. Tan evidente su reflexión como necesaria. Nadie en Valencia piensa lo contrario, si bien, el club está inmerso en tantas guerras internas y externas que no está de más recalcarlo.
Del partido de esta noche prácticamente solo motiva ver en acción a Javi Jiménez, merecida segunda oportunidad para el central tras el cúmulo de infortunios que sufrió en su debut de hace una semana en Mestalla;a Lato, a quien en
El Sadar se le vio con desparpajo, demostrando que no era lógico pedir y buscar un lateral izquierdo en el mercado de invierno enero sin al menos darle antes la oportunidad al chaval para ver si está o no aún para el primer equipo; y, a Carlos Soler, un jugador que en tiempos de crisis está sabiendo hacerse un sitio y un nombre. Y no solo porque aporte aire fresco al equipo sino, sobre todo, porque tiene fútbol y personalidad. Carlos Soler está para ser titular en este Valencia. No solo hoy contra el Celta en la Copa, también el domingo contra el Espanyol en Liga.