Del infierno de Segunda a acariciar la final de Copa
Celta-Alavés, duelo en 2009 por no bajar a Segunda B
EI 6 de junio de 2009, Celta y Alavés protagonizaron el partido dramático de la temporada. La derrota significaba un paso en firme hacia Segunda B. Una victoria, el éxito de esquivar el fracaso. La suerte sonrió a los locales, que salvaron la categoría gracias a un chaval de la cantera, un tal Iago Aspas. El moañés se estrenó en Balaídos a lo grande. Sólo era el epílogo de su leyenda infinita. El Alavés perdió y acabó bajando al infierno más salvaje. Los dos equipos han conseguido recuperarse y ahora recuerdan aquel partido del pasado con la sonrisa de la superación.
El sorteo ha deparado la semifinal de la ilusión, el sueño de dos equipos humildes que se han ganado el derecho a llegar hasta el final. Sólo uno lo hará y la estadística tiene datos para derrumbar (o motivar) a ambos. Los vitorianos han eliminado a los vigueses en los cinco duelos previos de Copa, pero nunca han conseguido llegar a una final. Los célticos, por su parte, buscan su cuarta oportunidad por conquistar un trofeo que se les resiste.
Con todo. Tanto Berizzo como Pellegrino dispondrán esta noche a sus equipos de gala. Como buenos argentinos, pondrán toda la carne en el asador. El Toto tuvo ayer el regalo de la recuperación de Wass, a quien ubicará en el costado derecho para frenar las impetuosas arrancadas de Theo Hernández. Aspas jugará en punta, su sitio favorito, y Bongonda completará el ataque. La velocidad del belga enloqueció a Kiko Femenía hace quince días, quizás por ello Pellegrino apueste por Vigaray para detener esa hemorragia. Edgar puede ser la otra novedad en el once, en lugar de Toquero, para lanzar la contras blanquiazules.