El Nápoles lleva 16 partidos invicto y se aferra al cambiode color
Blanqueó su camiseta azul por superstición del presidente y funciona ●De segundo color utiliza el negro
El Nápoles está en un gran momento de forma y lleva 16 partidos sin perder. Su buena racha esconde un secreto: el equipo ha cambiado su equipación por superstición de De Laurentiis. Abandonó su tradicional equipación celeste y ahora visten de blanco en liga y de negro en Copa y Champions. “Fue decisión del presidente y la acepté”, asegura Sarri, el entrenador.
Que no engañe el decepcionante y muy desafortunado empate con el Palermo: el Nápoles de Maurizio Sarri vive un gran momento. Con el extécnico del Empoli, el año pasado los azzurri fueron campeones de invierno tras 26 años, subcampeones de Italia y batieron muchos récords: mayor número de puntos en la historia del club (82), de victorias consecutivas (8) y de goles marcados (80), muchos de esos gracias al mejor capocannoniere de todos los tiempos, Gonzalo Higuaín (36 dianas).
Algunos pensaban que sin el Pipita la máquina perfecta del míster iba a estropearse. No fue así: a pesar del compromiso en la Champions, los sureños (que marchan terceros) sólo suman 5 puntos menos que la campaña pasada, presumen del mejor ataque del Calcio y de la cuarta mejor defensa. De hecho, desde la sufrida derrota ante la Juventus en Turín del 29 de octubre (21), los partenopei empezaron una racha de 16 partidos sin perder, con 10 triunfos y seis empates.
Curiosamente, la mayoría de estos los lograron sin su habitual camiseta azzurra: tras el empate con el Sassuolo en San Paolo, el supersticioso presidente Aurelio De Laurentiis decidió abandonarla, utilizando siempre la segunda equipación blanca en el campeonato doméstico y la negra en Champions y Copa.
Los resultados le dieron razón: en 11 partidos, llegaron 2 empates y nueve victorias. La primera fue un rotundo 3-0 ante el Inter, celebrado tras un mes sin triunfos caseros: “Fue decisión del presidente –dijo Sarri, otro muy supersticioso– y la acepté porque no llevábamos una gran racha aquí”.
El gran momento de los azzurri, de todas formas, se debe sobre todo a su renovado ataque, que vivió una crisis después de la lesión de Milik. El tiqui-taca sureño, considerado el juego más bonito de la Serie A, se hizo menos efectivo: Gabbiadini (que se marchó al Southampton) de delantero centro no funcionaba, así que le tocó a Mertens. Tras una fase de adaptación, el belga se hizo imparable: firmó 10 goles en las últimas siete jornadas del Calcio y lleva 17 en todo el curso.
Con él, el regreso de Milik (estará listo para el Bernabéu), el recién fichado Pavoletti, y los pilares Callejón e Insigne, se acabaron los problemas. En defensa, además, el intocable Reina podrá volver a contar por fin con la pareja de centrales titular, este año una rareza debido a la lesión de Albiol y la participación de Koulibaly a la Copa de África. Cuidado, entonces: todo apunta a que en el Bernabéu veremos al mejor Nápoles posible.