Cumpleaños feliz para Txingurri

Recuerdo cuando en 2014, exactamente por esta fecha, Valverde sonreía al alcanzar el medio siglo de vida: “Se va el señor mayor”. Lo soltó a modo de broma cuando abandonó la sala de prensa de Lezama. Esta semana ha soplado 53 velas. Su equipo le hizo el círculo habitual el jueves, pero esta vez no era para recibir órdenes. Llevaba impreso el clásico cántico de cumpleaños feliz. Luego el técnico dejó a los chicos entrenar a la carta, a modo de regalo. La semana próxima entra, con total poderío, en la historia del Athletic con un doble partido que le propulsa a ser el que más partidos ha dirigido en un club ya centenario. Celebró su cumpleaños sólo dos días antes que Aduriz, otro estratégico, una furia sobre el verde que contrasta con el talante discreto, reflexivo y sensato del entrenador extremeño.

No va a soplar más velas en San Mamés el preparador rojiblanco porque deja los trastos después de esta carrera de obstáculos que tardará nadie en igualar. No está lejos de su talante la forma de comportarse de Garitano. Trata de pasar desapercibido, fruto de su discreción y cierta timidez. Eso sí, siempre busca una sonrisa y tira de amabilidad. También ha sido jugador y sabe que el protagonismo recae en los que visten de corto. Si Valverde puede decir que la vida le sonríe a los 53 años, Gaizka tiene todo el derecho a decir que, con 41, las meigas no le abandonan. Porque es un héroe en Eibar y tenía que haber salido de otra manera (lo de hace unos días en el palco pudo corregir algo aquel desaire), en Valladolid no le prestaron paciencia y en Riazor tiene menos botín del que merece.