Toda una final en Vitoria
Ensayo de la de Copa con el Barça jugándose la Liga
Ha querido el calendario que en la semana que se ha determinado que Alavés y Barcelona sean los finalistas de la Copa se enfrenten en Mendizorroza (16:15, Bein) en un partido que también tiene aires de final para un conjunto blaugrana que es perfectamente consciente de que ha agotado sus opciones de error en la competición de la regularidad.
Puede ponerse líder virtual el Barcelona si gana en Vitoria, a pesar de que le llevará tres partidos de ventaja al Real Madrid, pero por otra parte, todo lo que no sea la victoria le sumirá en un poso de pesimismo al afrontar un escalón demasiado alto para ser superado. No ganar esta tarde al Alavés supondría poco menos que entregar el campeonato a no ser que sucedan una serie de errores catastróficos del Real Madrid.
La Champions. Todo eso en un paisaje agobiante en el que apenas hay tiempo para reflexionar. Viene el equipo barcelonista de pasar a la final de Copa después de pasarlas canutas ante el Atlético jugando un encuentro más que mediocre y a las puertas de abrir de nuevo el telón de la Champions ante un París Saint-Germain que le tiene muchas ganas al Barça.
Por si fuera poco, el conjunto babazorro que entrena Pellegrino fue el primero que en este campeonato desnudó al emperador. Les ganó en el Camp Nou en un partido en el que se buscó como excusa el exceso de rotaciones. Pues bien, no le queda otra a Luis Enrique que volver a tirar de rotaciones para afrontar la difícil visita a Vitoria. El propio técnico asturiano lo reconocía ayer en la previa: “Llevamos 13 partidos de infarto desde que empezó el año”. El de hoy en Vitoria será uno más.
El Alavés llega al partido con una sensación de triunfo que puede ser un arma de doble filo. Por una parte, la euforia por haber pasado a la final de Copa y el hecho de haber ganado al Barça les puede dar alas, o hacerles bajar la guardia.
Rotaciones Luis Enrique debe seguir dosificando un equipo que ya va al límite