“Si no nos quieren en Vigo nos tendremos que ir”
Mouriño vuelve a la carga con su proyecto para Balaídos
EI Celta retoma su pulso con el ayuntamiento. La entidad presidida por Carlos Mouriño solicitó formalmente el pasado jueves la compra de Balaídos o una licencia para construir un nuevo estadio. Mientras espera una respuesta, el máximo accionista del club opta por amenazar: “Si no nos quieren en Vigo, nos tendremos que ir. Hemos sido pacientes, lo hemos tomado con mucha calma, pero es el momento de las decisiones. Vigo o no Vigo. Estamos en el momento más clave de la historia del Celta y la decisión no depende de nosotros”.
“Tenemos ofertas de fuera y las estudiaremos”, apuntó Mouriño en referencia al visto bueno que ha recibido de Mos, municipio limítrofe con la ciudad olívica, para construir en ese ayuntamiento el nuevo estadio y la ciudad deportiva. Tanto el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero que gobierna con mayoría absoluta, como el PP y Marea, los dos partidos de la oposición, han manifestado durante los últimos meses que rechazan la venta de Balaídos.
A la guerra fría que mantiene con el gobierno local, Mouriño le añadió más tensión criticando con dureza la remodelación de la grada de Tribuna: “Antes no llovía y ahora sí. Tenemos que estar muy agradecidos porque la reforma es importante, pero de eso a que estemos totalmente satisfechos tenemos muchísimas dudas. Del proyecto desapareció el parking, que para nosotros era vital. El presupuesto bajó de seis millones a cuatro. Se han quitado muchísimas cosas y seguimos teniendo muchísima desconfianza. No estamos convencidos de que vaya a ser un estadio digno”.
Adiós a la ciudad “Tenemos ofertas. Es el momento más clave en la historia del Celta”
Reforma “No estamos convencidos de que vaya a ser un estadio digno”
No a los chinos “Eran 93 millones, en un único pago, por el 66% de las acciones”.
Aunque su ambición de hacerse con Balaídos es a día de hoy una utopía y su discurso de irse a otro ayuntamiento tiene más de órdago que de realidad, el presidente céltico confirmó que ha desestimado la oferta que tenía sobre la mesa de un grupo chino para comprar el club: “Eran 93 millones de euros, en un único pago, por el 66% de las acciones. La única condición era la aprobación de la transferencia de fondos por parte de las autoridades chinas. La operación no estaba supeditada al número de acciones ni a la compra del estadio. Decidimos rechazarla. Nunca hubo un compromiso de venta”
Berizzo. Fuera del plano institucional, en lo deportivo la principal duda pasa por el futuro de Berizzo. El argentino acaba contrato y el club quiere que continúe. No obstante, antes de sentarse a negociar con el técnico y con jugadores básicos como Aspas, el presidente advierte que no va a firmar renovaciones a cualquier precio: “Por mantener a un entrenador o a cualquiera de nuestro equipo no pondremos en riesgo nuestro proyecto general”.