Agustí Montal, el último que recibió el porrón
El presidente que fichó a Cruyff
SEGÚN
Hubo una época en la que los presidentes del Barça eran los grandes empresarios textiles de la gran burguesía catalana. En esa época, los mandatarios de la entidad, miembros de un selecto grupo social, acuñaron una frase más que significativa para designar la sucesión de presidentes: “Ens pasem el porró” (Nos pasamos el porrón). Ayer murió a los 82 años Agustí Montal i Costa, el último que cogió el porrón. El último de una estirpe de presidentes que sin embargo fue el que sentó las bases del Barcelona moderno al fichar a Johan Cruyff. Montal se sentó en el palco del Camp Nou a los 35 años. Empresario textil, hijo de Agustí Montal i Galobart, que presidió el Barcelona de 1946 a 1952 (si su hijo fichó a Cruyff, él había fichado a Kubala) su gestión al frente del Barcelona fue la de un superviviente en el tardofranquismo.
Por un lado, impulsó el catalanismo del club en base al lema “més que un club” y la celebración del 75 aniversario de la entidad (su padre presidió el 50 aniversario) decretando que en la megafonía del estadio se hablara en catalán, que se permitieran banderas catalanas o que se pudiera cantar el Cant de la Senyera ante el mismísimo Gobernador Civil, fuera Garicano Goñi o Martín Villa. Por otro lado, fue lo suficientemente hábil como para cohabitar con la dictadura mediante la intermediación del ex gerente del club Juan Gich Bech de Careda, que pasó de trabajar en el club a Delegado Nacional de Deportes, llegando a condecorar a Franco dos veces durante su mandato. Eso sí, jamás esas condecoraciones figuraron en las actas de la junta.
A nivel deportivo, Montal pasará a la historia por fichar a Johan Cruyff y Rinus Michels, gracias a los cuales el Barça rompería una racha de 14 años sin ganar una Liga. Un título que tuvo en el 0-5 del Bernabéu su momento fetiche tanto en lo deportivo como lo social.
Dejó Montal el legado patrimonial del Palau Blaugrana y la pista de hielo que se construyeron durante los fastos del 75 aniversario del club, ilustrado en un cartel mítico por Joan Miró, que fue cuando se popularizó el lema de “més que un club” que había creado el publicista Javier Coma a partir de una frase de Narcís de Carreras, que fue el que le pasó el porrón a Montal.