Recuperar la solidez en defensa es la clave para no sufrir
Tres años encajando 60 tantos
EI Depor consiguió cerrar su tercera permanencia consecutiva en Primera División, todas de forma agónica. Aunque muchos han sido los factores que han influido en estas temporadas decepcionantes, hay un denominador común para todas ellas: la fragilidad defensiva. El conjunto blanquiazul, que precisamente en otras épocas siempre se caracterizó por ser un rival rocoso que concedía muy pocas oportunidades, se ha convertido en un equipo débil atrás y al que le generan peligro prácticamente de la nada.
Los datos dejan bien claros los problemas del Depor para defender su portería. Desde su último regreso a la máxima categoría ha encajado 60 goles en la 2014-15, 61 tantos en la 2015-16 y ha repetido esta cifra en la Liga que acaba de terminar. Aunque hay equipos con peores registros en todas las campañas (en ninguna terminó entre los cinco más goleados), el cuadro coruñés recibe más 1,5 goles por encuentro, lo que complica en gran medida la posibilidad de lograr victorias.
Ninguno de los cuatro entrenadores que han pasado por el banquillo deportivista ha podido solucionar esta carencia. Con Víctor Fernández el equipo nunca pudo dejar la portería a cero en más de dos encuentros consecutivos. Con Víctor Sánchez del Amo la sangría fue a peor, con una segunda vuelta nefasta en la que concedió al menos un tanto en una racha que duró 19 jornadas. En el último curso, durante la etapa de Garitano encajó en 11 partidos consecutivos durante la primera vuelta, mientras que con Pepe Mel sólo se quedó sin recibir gol en cinco de sus 15 encuentros.
En todas estas temporadas el Depor ha encajado más de cinco tantos en al menos un partido.
Sangría Desde 2014 nunca ha encadenado más de dos jornadas sin recibir gol