Kaká se enfrentará por primera vez al Madrid
En Orlando City apura sus últimas horas de fútbol
Kaká apura sus últimos meses como futbolista en la soleada Florida. El brasileño se medirá esta noche por primera vez al Madrid desde que dejase Concha Espina en verano de 2013 como uno de los peores fichajes coste-rendimiento de la era moderna. Se fue a coste cero al Milán buscando sus raíces, luego a Brasil y ahora apura su fútbol en el Orlando City. Un equipo hecho por y para él (es el capitán), sin tanta exigencia física (ha jugado 67 partidos en dos años y medio) y un sueldo de figura. Su ficha anual en la MLS es de 7.167.500 dólares (6.073.022 euros al cambio)…
El propio Kaká se ve cerca del final. “Tengo 35 años, una edad avanzada para un futbolista y llevo jugando desde los 8 años. Me gustaría tomarme un año sabático”, decía hace dos semanas. “Me merezco un descanso y no descarto meterme a entrenador”. Señales de adiós inminente pese a que el fútbol chino le tienta.
Ayer rejuveneció al verse de nuevo entre sus amigos madridistas. Pasó por el vestuario blanco para abrazarse con Marcelo y Casemiro. También con Ramos. “Es un partido muy emotivo para mí. Ya me pasó cuando me medí al Milán cuando jugaba con el Madrid”, decía ayer el brasileño en la zona mixta del Soldier Field.
A Kaká lo esperaba una furgoneta para salir volando hacia el hotel donde se aloja el equipo de la MLS, pero tuvo tiempo para hablar de dos nombres propios. Primero de Zidane. “Su trabajo es increíble en sólo año y medio, sólo puedo darle la enhorabuena”. Luego de Cristiano sobre su incierto futuro en el club. “Son especulaciones, ojalá tome las mejores decisiones y sea feliz donde sea”.
Kaká aterrizó en el Bernabéu el mismo verano que el crack portugués, en 2009, aunque su trayectoria como madridista no ha podido ser más diferente. Una de la promesas de Florentino en su retorno al sillón presidencial pese a que Mijatovic, en su etapa de director deportivo, había rechazado antes el fichaje porque sabía que estaba lesionado. Costó 67 millones y llegó con un problema de pubalgia. Luego, acudió al Mundial de Sudáfrica con el menisco roto y se lo ocultó al club. Tuvo que ser operado en pleno verano y no le perdonó su sueldo a la entidad, cosa que sí haría después en su retorno al Milán. La eterna sonrisa del brasileño se le borró en el Bernabéu: sólo jugó el 33% de los minutos posibles...
Pasado Florentino lo fichó en 2009 por 67 millones, pero llegó lesionado del Milán