El expresidente no podrá desempeñar su cargo
El CSD le suspendió cautelarmente por un año
Apesar de la salida de prisión de Ángel María Villar mediante el pago de la fianza, no podrá ejercer las funciones de presidente de la RFEF por la suspensión cautelar de un año de duración impuesta por la Comisión Directiva del CSD. Las posibilidades para su relevo plantean ahora tres escenarios diferentes. La vía más rápida sigue siendo que Villar presente su dimisión. De producirse este supuesto, la misma Asamblea que le escogió como presidente del organismo sería la responsable de elegir a su sustituto, una opción que no termina de contentar a sus opositores ya que consideran que se daría continuidad al llamado villarismo.
Por otra parte, Jorge Pérez, exsecretario general de la RFEF, presentó un recurso sobre la composición de la actual Asamblea. Si dicho recurso prosperase, podría anular el proceso electoral dando lugar a unas nuevas elecciones que estarían tuteladas por el CSD. Éste es el único caso mediante el cual se tendría que elegir un nuevo grupo para formar la Asamblea.
El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) tendría la llave para el tercer supuesto. Tras abrir un expediente a Villar, la Comisión Directiva del CSD procedió a suspender cautelarmente al presidente de la RFEF durante un año. Ahora el TAD podría dictar su inhabilitación, aunque como en el primer caso, sería la misma Asamblea la que elegiría su sustituto. Sin embargo, el TAD no puede actuar a día de hoy porque el proceso penal que implica a Villar sigue abierto, y hasta que no haya resolución, no podría llevarse a cabo dicha vía. También cabe la posibilidad de que el TAD estime el recurso presentado por Jorge Pérez, en cuyo caso, se anularía la Asamblea y se procedería a unas nuevas elecciones. En este sentido, existe el precedente de José Luis Escañuela, expresidente de la Federación Española de Tenis que fue inhabilitado durante dos años.
Estas tres serían las vías para resolver el relevo de Villar en la presidencia de la RFEF, ya que la moción de censura planteada por Miguel Ángel Galán, uno de los precandidatos a la presidencia federativa en las últimas elecciones, es muy improbable que se produzca, ya que se necesita el respaldo de un tercio de la Asamblea y, a día de hoy, ésta está compuesta por muchas personas de la confianza de Villar. Asimismo, la orden ministerial establece que para proceder a una moción de censura es necesario que hayan transcurrido seis meses desde el último proceso electoral. En el caso de Villar, fue reelegido presidente de la Federación el pasado 22 de mayo.
Sustituto La vía más rápida es que Villar dimita como presidente de la RFEF