La Vuelta empezará desde un museo y con una crono
Recorrerá Málaga para terminar en la calle Larios
La Vuelta va a ser muy Vuelta”, afirmó ayer Javier Guillén, director de la ronda española, sobre la edición de 2018. Lo hizo en un acto celebrado en el Centro Pompidou de París, escenario que no estaba escogido al azar, sino que tenía mucho que ver con esa línea de “proposición y transgresión” que caracteriza a la carrera. Porque la prueba del año que viene saldrá de la sede que ese museo tiene en Málaga, desde donde arrancará una crono individual de unos 10 km que buscará tocar, además del Pompidou, “playa y centro histórico”, para acabar en la emblemática calle Larios, de la que se recorrerán “300 o 400 metros” de su suelo de mármol.
Que la crono inicial sea individual (no ocurría desde 2009) tiene una razón, como explicó Guillén: “Llegar a rincones que una etapa en línea o por equipos no podría”. Porque “aprovechar la fotogenia de la ciudad”, como deseó Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, es uno de los objetivos. Elías Bendodo, presidente de la Diputación, aportó más claves: “En la provincia se desarrollarán tres etapas y se dará la salida de una cuarta”. Caminito del Rey, que ya se subió en 2015, tiene muchas papeletas para ser final en alto de una de ellas.
Ocho metas en alto. Guillén también mostró pinceladas del resto del recorrido. Al menos habrá ocho finales en alto (ya cerrados)… que podrían convertirse en diez (no todos de alta montaña), de los que dos o tres serán inéditos. Novedades de un recorrido que irá “de menos a más” en cuanto a exigencia, con una tercera semana dura y una penúltima jornada, como ya se hizo este año en el Angliru, que tenga los ingredientes para ser decisiva.