El Toyota de las 24H de Le Mans, sin aire acondicionado
El TS050 del asturiano no lo lleva
Mes
de agosto. Tres de la tarde. Debes coger el coche para trasladarte a un sitio. Abres la puerta del conductor, te sientas en el asiento, enciendes el motor e inmediatamente presionas el botón del aire acondicionado para enfriar el aire caliente del ambiente y hacer más ameno el trayecto.
Un sistema habitual en nuestro día a día que cumple 115 años de historia en 2017 de su invención por Willis Haviland Carrier en Nueva York, y que no podrá utilizar Fernando Alonso en las 24 Horas de Le Mans. Motivos de peso. Esta es la razón que los ingenieros japoneses argumentaron para no incorporar este dispositivo de aproxidamente 25 kilogramos en el Toyota TS050 en su objetivo por intentar derrotar al Porsche 919 Hybrid en el Mundial de Resistencia 2017.
Un aspecto, tener o no tener aire acondicionado, que resulta hasta anecdótico en un prototipo que cuenta con la más avanzada tecnología y una potencia cercana a los 1.000 caballos, pero que puede llegar a modificar incluso la estrategia de Toyota en una prueba. Según el reglamento deportivo, concretamente en su apéndice 10.10.3, si la temperatura externa llega a los 32 º C, los pilotos de Vasselon no pueden superar los 80 minutos continuos de conducción.
Una situación que, de suceder en la 86 º edición de la legendaria carrera de resistencia, obligaría al equipo nipón a realizar un mayor número de paradas en boxes que algunos rivales, circunstancia que puede interferir en el devenir de la prueba, ya que se tarda más de tres minutos en completar una vuelta a La Sarthe.
80 minutos Tiempo máximo de conducción si se llega a los 32 º C