Contra los árbitros, todos son iguales

Soy árbitro de fútbol desde el año 1998 y el motivo de esta carta es lanzar una reflexión sobre la figura del colegiado en nuestro país.

Todos los árbitros en España siempre hemos sido y somos el elemento hostil del juego, esa pieza que todo el mundo conoce que no encaja en ningún lado, ese tornillo que sobra cuando compras un mueble, los culpables de todo: victorias, empates y derrotas. Siempre se decía que los futbolistas debían fijarse en el respeto que hay en el rugby hacia la figura del árbitro. Pues acabamos de ver todo lo contrario, verdaderos toros desbocados hacia el árbitro, si al final aunque la mona se vista de seda...