Carlsen inició su defensa ante el relevo de Fischer
El primer asalto ante Caruana, tablas tras siete horas
The College en Holborn (Londres) vivió ayer el primer asalto del ya denominado como el gran duelo de ajedrez del siglo XXI. Ante decenas de fotógrafos y tras el poco ortodoxo movimiento inaugural del actor Woody Harrelson, Magnus Carlsen, el noruego que a sus 27 años ha llevado a este deporte a otra esfera mediática, inició su defensa del título mundial sellando tablas en la primera partida de la final ante el estadounidense Fabiano Caruana, el jugador de un año menos que amenaza el reinado de Carlsen, que aspira al cuarto título, y su primer puesto del ranking mundial, del que le separan escasos tres puntos.
Y por si fuera poco, el aspirante Caruana se ha presentado en el publicitado enfrentamiento como la gran esperanza para devolver el título a Estados Unidos, que no cuenta con un campeón desde Bobby Fischer en 1972. Muchos han intentado sacar paralelismos entre este italo-americano que ha crecido en el mismo barrio (Brooklyn) que aquel genio estadounidense que se convirtió en un símbolo de la lucha contra la Unión Soviética en la Guerra Fría al arrebatarles el dominio en el tablero y convertirse en campeón.
Aunque una vez que arrancó el duelo, todo el componente mediático pasó a un segundo plano durante las siete horas (y 115 movimientos) que duró una partida donde Carlsen, con negras, no fue capaz de aprovechar los errores de su rival. Hoy, segunda partida (de 12) con el trono del ajedrez y un millón de euros de premio en juego.