La apuesta de Solari sacrifica el estilo
El triunfo no disimula la mala noche blanca (26,3% de posesión)
Definitorio.
La secuencia del Villamarín retrató lo que quiere Solari de este Madrid. En la búsqueda de la disciplina arrinconó la creatividad. El Madrid sólo se encontró a la carrera lo que duró Benzema, bien escoltado por Vinicius en el carril central. Los movimientos de ambos validaron el 3-5-2, quizá puesto en uso por ser un sistema similar al que utiliza el Betis y no empleó esta vez, o por lo que viene (Sevilla). Se sintió cómodo en el robo y la transición, pero nunca propuso.
Al espacio. Los desmarques de Benzema y Vinicius a la espalda de los laterales del Betis activaron las contras. El apoyo del galo fue clave en el tanto que anotó Modric.
Encogido.
La lesión de Benzema dolió al Madrid, sin salida alguna y encerrado por el Betis. Canales y Lo Celso dibujaron por dentro ante el repliegue intensivo del conjunto blanco. Como ante el Villarreal Solari confundió la superpoblación defensiva en campo propio con la organización. La cuota de posesión (26,3%) no corresponde con un Madrid por más que escapara vivo a raíz del golpe decisivo de Ceballos. Solari sacrificó el estilo, pero la victoria no derivó de esta apuesta.