No debió señalar penalti de Vukcevic
Un partido con muchos detalles.
Prieto Iglesias tuvo que enfrentarse a un partido muy complicado de arbitrar, con muchos detalles que atender, pero lo peor fue que se saltó por alto una circular del Comité Técnico de Árbitros en la jugada que significó el penalti que decidió el resultado del partido.
Minuto 10.
Koke marca tras ser asistido por Vitolo, pero Prieto Iglesias es advertido por González González, árbitro de VAR. El colegiado principal acaba anulando el gol después de observar en el vídeo la jugada. Desde la Liga explican que las imágenes que recibe el árbitro son las que vemos nosotros por televisión. Prieto fue advertido de un agarrón de Rodrigo a Bardhi al inicio de la jugada. Puede pitarlo perfectamente, pero si el VAR ha entrado en esto tiene que entrar en muchos penaltis.
Minuto 27.
Correa cae en el área tras chocar con dos defensores del Levante cuando intenta buscar un pase en largo. No hay nada, ni le agarran ni le traban al argentino en su carrera. No es penalti de ninguna manera. Ni siquiera protestó el jugador del Atlético, consciente de que no hubo nada.
Presión de Simeone sobre Prieto Iglesias.
Lo que le hizo el técnico del Atlético al árbitro no es admisible. Llamó a la confusión sobre el VAR, echando al público encima del árbitro, protestando tras el gol anulado cada vez que tuvo ocasión en jugadas en las que claramente el VAR no tenía que intervenir.
Minuto 54.
Thomas centra atrás en el área y Vukcevic se tira al suelo. La pelota le golpea en el brazo derecho del jugador visitante y Prieto Iglesias señala penalti. El VAR no le contradice. Vukcevic está en el suelo y tiene apoyada la mano en el suelo antes del centro. No puede quitar el brazo y la pelota le golpea. La secuencia aparece completa en las imágenes que están encima de este texto. Las manos son interpretables. En este caso, Prieto Iglesias interpreta que es penalti, pero para mí no lo es. La Circular Cuatro del Comité Técnico de Árbitros es muy clara en esta situación: “Manos apoyadas sobre el terreno de juego o deslizándose sobre el mismo, en las que el jugador no hace ningún movimiento intencionado o voluntario para interceptar el balón, sino que usa el brazo como herramienta o soporte para mantener el equilibrio, debajo del cuerpo y apoyado en el terreno de juego. En estos casos, el árbitro no deberá sancionar la mano, entendiéndolo como una acción derivada del propio desarrollo del juego y accidental”.