Rosell: “Ya me avisaron de que si era presidente irían a por mí”
■ Sandro Rosell negó haber ocultado comisiones por la compraventa de derechos audiovisuales de partidos de la selección brasileña de fútbol, en el juicio en el que la Fiscalía le acusa de blanquear 20 millones de euros y quedarse con al menos 6,5 millones. Lo hizo ayer en la Audiencia Nacional, donde se le juzga a él, a su esposa, Marta Pineda, a su socio el abogado andorrano Joan Besolí, a su amigo libanés Shane Ohanneissian y a dos presuntos testaferros, Pedro Andrés Ramos y Josep Colomer.
Rosell está convencido de que hubo “un antes y un después de ser presidente del Barça, ya me avisaron de que si era presidente irían a por mí. No se equivocaban”. Rosell sólo respondió a las preguntas de su abogado, Pau Molins, tras negarse a responder al fiscal, que pide para él 11 años de cárcel y 59 millones de multa por “tantas falsedades y errores” que, según él, contiene el escrito de acusación. “No tengo nada que esconder, soy inocente de lo que me imputa la Fiscalía”, afirmó.
Besolí, que se enfrenta a una petición de diez años de prisión, visiblemente emocionado al relatar sus circunstancias personales cuando fue detenido (su hijo estaba en el hospital con una lesión medular), ha defendido la legalidad de las operaciones que realizó con Rosell y Teixeira.—M.LL.