AS (Galicia)

Perder más que ganar

El Beitar derrotó al Atlético en el amistoso que cerró la 18-19 Último gol de Griezmann

- PATRICIA CAZÓN

El amistoso ante el Beitar pronto dejó de ser un mero trámite para convertirs­e en algo muy serio. Y marrón. Se leía en el gesto del Cholo, incapaz de tragar. En lo grave que Godín miraba desde el banco hacia la portería de Nitzan. En la mano de Costa que golpeaba la hierba, que se tapaba los ojos, mientras la otra se la llevaba al tobillo. 45 días después del Camp Nou volvía a jugar, pero una camilla se lo llevaba en el minuto 26. Con el tobillo trinchado por Keltjens, que entró con cuchillo y tenedor, durísimo. Sobre la hierba dejaba un par de piques y la jugada de la lesión con Morata, cómo convertir un mal control en una pared. Simeone no dejó de morderse las uñas hasta el descanso.

Por saber de Costa. Y porque el partido en Jerusalén era una metáfora de su temporada. Sin Costa apenas, hasta allí le persiguier­on las lesiones. Sin que ninguno de los que se van

(Juanfran, Godín, Grizi) fueran titulares. Tampoco los que no se sabe (Filipe y Rodrigo). Una metáfora del juego rojiblanco este año, un manejar sin concretar. Por el ir perdiendo ante un rival que no ha logrado clasificar­se para la fase de grupos de la Europa League. Por cómo llegó el primer gol del Beitar. La banda de Arias y su defensa inexistent­e de un centro lateral. Ayer era Buzaglo quien lo celebraba.

Mientras Filipe era la muleta sobre la que Costa se apoyaba para introducir­se en el túnel, saltaba al campo Rodrigo. Y cuando Rodrigo toca la pelota le da sentido: al manejar de antes, el Atleti le sumaba ocasiones. Nitzan le hizo un paradón a Morata y sólo Vitolo sumaba su brillo al de Rodrigo. El partido cerraba la 2018-19 pero en realidad era una candidatur­a para la siguiente. En el Cholo todo suma. Vitolo quiere.

Candidatur­as en medio de una despedida emocionada, la del Beitar a Benayoun. Jugó 35’. Cuelga las botas dejando un gol inolvidabl­e. Aquel con el Liverpool al Madrid. Fue tras el descanso, cuando Griezmann se acabó con la rojiblanca.

Todo eso que al Atleti le había faltado en la primera parte lo puso él en el primer balón que tocó. De penalti, eso sí. Una mano del Beitar en el área. Pero cómo lo tiró. A la escuadra, pegado al palo. Diez minutos le duró el 1-1 al Cholo. Los que tardó Buzaglo en atrapar un balón que Rodrigo entregó mal a Saúl y batir a Adán. La metáfora de la temporada y sus horrores durarían hasta el final. Jugadores en sitios que no eran el suyo, como Thomas, ayer central, Correa con su alboroto para nada y el parte médico de cada partido, aunque éste no tuviera que ver con los demás, aunque éste sea el peor.

El de Costa que despidió ayer en Jerusalén la temporada. Un final que puede compromete­r mucho la que viene. Se leía en la cara del Cholo desde el 26’, cuando Costa se fue con la mano en el tobillo al hospital. Y con derrota. Para olvidar.

 ??  ?? PESADILLA. Con un peinado que recordaba al de Grizi en 2015, Buzaglo sentenció al Atleti con un doblete.
PESADILLA. Con un peinado que recordaba al de Grizi en 2015, Buzaglo sentenció al Atleti con un doblete.
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