Del Madrid
Sólo Bale mantuvo el tipo en París ● Hazard anduvo desaparecido
Bale, el único que se subió al escenario de verdad. Pero el equipo de Zidane no apretaba a los centrocampistas del PSG, que llegaban con margen de maniobra al borde de su área. Y desde ahí repitió Di María, de nuevo sin respuesta de Courtois. Poco después el VAR le quitó un gol a Bale por mano clara, pero el Madrid braceaba ya en su propia área para no tragarse el tercero. En aquel desastre colectivo no quedaba huella de Hazard, el hombre del renacimiento.
El Madrid no cambió ni el juego ni la actitud contemplativa en la segunda mitad. El partido le resultó indescifrable de principio a fin. Siguiendo cayendo en las emboscadas en la salida de la pelota y quedó escandalosamente a la intemperie frente a Gueye y Verratti. Di María y Sarabia, en ocasiones clarísimas, le perdonaron un castigo mayor. Era el duelo entre un equipo con un plan y otro sin brújula, entre un grupo hambriento y otro de brazos caídos.
Un gol anulado a Benzema por fuera de juego posicional de Lucas Vázquez evitó que el Madrid, ya con Jovic y Lucas Vázquez en el campo, se metiera en el partido. Después, el francés dejó ir un cabezazo franco. Vinicius, el único agitador que quedaba en el banquillo, entró a falta de once minutos, con el partido ya impracticable y no aminoró una derrota, agrandada por Meunier, que, cuanto menos, compromete seriamente el liderato del grupo. Europa, el habitual refugio del Madrid, lanzó el primer aviso. El pasado le ronda.