Un alivio para Lopetegui
Ocampos, Fernando y Koundé golean en el Coliseum Los de Bordalás dieron su peor imagen de la temporada
L● opetegui respira y el Getafe despierta. El Sevilla le pasó por encima sin alardes, pero con seriedad y precisión. Fue mejor desde el principio y aprovechó sus momentos para ganar con autoridad a los de Bordalás, que pagaron el esfuerzo del jueves y cometieron más errores que nunca.
Sorprendió Lopetegui situando a Gudelj a modo de hombre libre para tapar agujeros y ayudar en la salida de balón y entró mejor el Sevilla al partido. Suya fue la primera ocasión clara en un remate de Fernando que salvó milagrosamente Soria. A los azulones les costó su tiempo asentarse, aunque habían salvado los muebles del mal arranque sin encajar. Poco a poco empezaron a llegar a las inmediaciones de Vaclik y a equilibrar el choque. Y también llegó la hostilidad. En cinco minutos, Estrada sacó cuatro amarillas y el ritmo ya no paró.
En medio de la calentura y cuando los equipos buscaban el respiro del descanso, llegó la acción clave. Etebo se relajó en el área y resbaló, dejando el balón suelto. Reguilón no perdió la oportunidad, robó y regaló el gol a Ocampos. Cuando los futbolistas se fueron al descanso las miradas delataban que algo grave había ocurrido. Los dos equipos habían jugado el jueves y el primer golpe era decisivo.
La peor noche. Bordalás movió el banquillo dando entrada a Ángel por un desaparecido Deyverson. Casi nada cambió. Los azulones se enfrascaron en una pelea con Estrada Fernández, quizá más por el pasado que por lo que estaba ocurriendo. Y el Sevilla, a su ritmo, esperó el momento para acabar con el partido. Fernando, con mediación del VAR, y Koundé, con ayuda de Soria, remataron la faena.
El Coliseum reaccionó entonces animando a sus héroes en la peor noche de la temporada. El próximo jueves hay cita histórica en Ámsterdam después de un borrón considerable. El Sevilla vuelve a mirar desde arriba, la normalidad vuelve a la parte alta de la clasificación.
Europa Los locales acusaron más el esfuerzo del jueves pasado