El derbi gallego fue mínimo
Empate en un partido plano en juego y en oportunidades ● La reacción del Depor se frena y el Lugo sigue en descenso
Deportivo y Lugo empataron en uno de los derbis más anodinos de los últimos años. Sin pasión, sin oportunidades, lo mínimo de lo mínimo. Un punto para cada uno porque ambos pensaron más en conservar lo que tenían que en ir a buscar el premio del triunfo que catapultaría a los blanquiazules y sacaría del descenso a los lucenses. Eso sí, moralmente la igualada tiene más valor para los visitantes, que suman tres partidos con la portería a cero y cuatro sin perder. Eso, y mantener su condición de invictos ante el Depor, un hermano mayor en historia y presupuesto. Para los de Vázquez es seguir sumando, sí, pero también su tercer partido sin ganar sumando dos puntos de nueve y con muchas dudas en la creación.
Y eso que la primera imagen del partido fue espectacular. Un gran mosaico blanquiazul que inundó las gradas de Riazor para darle un porte al otro derbi gallego. Luego se vio el contraste de dos apuestas bien diferentes. Posesiones largas y presión arriba del Lugo. Repliegue y verticalidad con balón del Depor. Poco a poco el plan de Vázquez fue ganando enteros. Primero con un aviso de Aketxe a Cantero a
El Lugo sigue sin saber lo que es perder un partido en Segunda ante el Deportivo. Ambos equipos se enfrentaban ayer por sexta vez y los blanquiazules no pudieron ganar en Riazor a la que ya empieza a ser su bestia negra. El 0-0 del derbi fue el quinto empate entre coruñeses y rojiblancos. La única victoria la consiguió el Lugo la pasada temporada en el Anxo Carro (1-0). balón parado, luego con un gol de Çolak anulado por el VAR por un milimétrico fuera de juego y después con otro disparo ajustado de Aketxe. Pequeñas cosas en un partido de excesivo mucho control, ritmo muy bajo y sin rastro de pasión.
INVICTOS ANTE EL ‘HERMANO MAYOR’
Cambio de rol. La pírrica victoria a los puntos de los coruñeses se fue igualando en un segundo tiempo en que el Lugo fue creciendo. Nada escandaloso, sin oportunidades claras, pero logrando encerrar a un Deportivo paralizado. Hasta Fernando Vázquez parecía congelado. Sin cambios hasta el 82’ y agradeciendo que el partido llegase a su final.