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a pandemia del coronavirus ha provocado un efecto colateral: la contaminación por las mascarillas, de uso obligatorio en aquellos lugares donde no se pueda mantener la distancia de seguridad recomendada. Esos elementos de protección, de un sólo uso en la mayoría de los casos, son mal desechados y en ocasiones terminan incluso en el mar. Igual sucede con los guantes desechables.
Para evitar que la contaminación por mascarillas y demás implementos de protección se convierta en un problema mayor hay algunas recomendaciones para seguir. Sara Güemes, del Proyecto Libera, del colectivo Ecoembes, explica que el material de protección debe ir siempre en el contenedor gris (el de los restos, es decir, lo que no puede ser reutilizado) y nunca en el amarillo (el de plásticos). En caso de que se trate de los desechos de una persona infectada con el virus, los elementos usados deberán ser depositados en dos bolsas antes de echarla en la habitual de los residuos y ésta, a su vez, en el contenedor gris.
El Gobierno, por su parte, también hizo una recomendación para afrontar el problema: fabricar y usar mascarillas reutilizables para toda la población, además de limitar el uso de los ❖ El Ministerio de Sanidad recordó ayer la importancia de seguir con el calendario de vacunación incluso durante la pandemia del coronavirus y, en especial, en los bebés, los niños, las mujeres embarazadas y los enfermos crónicos. El jueves pasado, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya había informado de que en marzo y abril se produjo un descenso en el número de dosis administradas de vacunas, y pidió normalizar el calendario vacunal.