El fracaso de Francia
La Prensa atacó duramente a una selección que se convirtió en enémigo público de todo el país
■ Francia se marchó del Mundial sin ganar un solo partido. Gourcuff, que volvía al once, se marchó expulsado y siendo una de las decepciones del torneo para Domenech. Su último ridículo fue ante Sudáfrica.
Hoy, por primera vez en mi vida, no voy a apoyar a la selección francesa. Voy a desear incluso la derrota del equipo del país que me ha visto nacer”, dice Hermel en la columna que publicó en este periódico. “¿Fue una rebelión? No; un capricho. ¿Fue una huelga? No; una cobardía”, escribió Fabrice Jouhaud, director de L’Équipe, que sigue así: “No hay que equivocarse: la república solidaria que han enseñado los jugadores franceses al mundo es una mentira. (...) Con ellos la unión es una farsa y su mal llamada burbuja protectora es una bomba fétida que no cesa de explotar. Espero que respiren bien esos malos olores. Pero no estoy seguro de que eso baste para ahogar sus egos”, sentenció duramente. La ministra de Sanidad y Deportes, Roselyne
Bachelot, reclamó “responsabilidad y dignidad” a los miembros de la selección.
El partido del adiós mundialista ante Sudáfrica no tuvo demasiada historia más allá de sumar otra gota más al ridículo que estaba firmando Francia en aquel mes de junio. No jugaron ni Evra ni Govou, y tampoco Abidal, alegando encontrarse “mentalmente tocado”. Tras el partido, hasta Domenech se negó a aceptar la mano de Parreira y le recriminó con gestos, algo que no quiso explicar después.
El diario Le Monde, en su página web, comentó que “con la eliminación de Francia, la Copa del Mundo ha perdido a sus bufones. Les bleus se van con un gorro de burro merecido, en una competición que han animado más fuera que dentro del terreno de juego”. Le Parisien habló por su parte de “una trayectoria lamentable, ridícula y vergonzosa. Es un verdadero naufragio. Los jugadores no tenían ni ganas, ni idea”. También culpó al seleccionador francés, poniéndolo en “primera línea del fracaso”. Le Progres puso en portada: “Se termina la broma. Esto duró demasiado tiempo”.
Y el lío siguió comentándose los días posteriores. Bachelot declaró en RTL: “No deseo la renuncia del presidente de la Federación, Jean-Pierre Escalettes, pero la veo inevitable”. La ministra cargó también contra los jugadores que no “deberían tocar ninguna remuneración”. Sarkozy exigió “responsabilidades por el desastre de la selección en el Mundial” en una nota tras reunirse con el primer ministro, François Fillon, y Bachelot.
Sudáfrica Perdieron en la última jornada de grupos: 2-1 ante los anfitriones