Con Cárdenas
Marcaron Morales y De Frutos ● Los granotas se le atragantan a los madrileños; un punto de seis
El segundo tiempo, como no podía ser de otra manera, trajo una dinámica muy diferente, con un Levante más encerrado en su parcela y un Atlético decidido en busca de los goles. El choque apenas tuvo tiempo para la pausa, con un conjunto madrileño embotellando a su rival. En tres minutos, del 57 al 60, el Atlético tuvo una triple ocasión. Primero con una falta excepcionalmente lanzada por Luis Suárez y que se estrelló en el palo; posteriormente con dos coladas por la derecha. La primera no llegó a rematarla João Félix y en la segunda la sacó con el pie el cancerbero visitante. Simeone había tenido que mover piezas ante la lesión de Giménez, nuevo percance para el uruguayo. Salió Lemar. El encuentro ya sí fue un acoso y derribo a la meta del Levante. Llorente por una banda, Lodi por otra, João Félix ya como segundo delantero ayudando a Luis Suárez. Siguieron llegando las ocasiones y el portugués del Atlético sin fortuna ante el gol. Primero remató fuera. Luego a las manos del portero.
A falta de algo más de cuarto de hora debutó Dembélé, convocado a última hora tras dar negativo en las pruebas PCR. El francés se colocó en punta junto a Suárez, ahora con João Félix por detrás. Lo intentó Lemar. Fuera. Los jugadores rojiblancos se fueron desesperando ante tanta ocasión fallida. La última la tuvo Lemar, pero paró Cárdenas. Y el triste final para el líder llegó con el segundo tanto del Levante, con Oblak a la desesperada como uno más en el ataque rojiblanco.
ALemar. El francés, a pesar de su inactividad, fue la chispa que anhelaba el ataque, algo que sin un extraordinario Cárdenas se hubiese traducido en algún gol.
Ahora que faltan efectivos importantísimos, casos de Trippier y Carrasco, o la frescura del motor Koke, tengo la sensación de que el equipo, con el reseteo del Cholo en pleno partido, se encuentra más sólido y compensado con el 1-4-4-2. Para mí no es cuestión de tembleque o vértigo este nuevo tropiezo de los rojiblancos, en un año excepcional donde cada semana aparecen obstáculos. En esta fase del campeonato, con las ausencias y con la falta de energía, está siendo una cuestión de dibujo en un equipo que ha demostrado ser camaleónico pero que, con las bajas, el color de los tres atrás es más oscuro.