El Espanyol trata de dar el golpe de gracia al ascenso
Keidi Bare se reencuentra con un meritorio Málaga
Preguntarse si tiene más mérito la temporada del Espanyol o la del Málaga es casi como si quieres más a papá o a mamá, que estando en el día que estamos tiene delito. Aunque habrá quien incluso pueda querer más al suegro, verbigracia Vicente Moreno (“Puado sería el novio ideal para la hija de cualquiera”, expresó ayer), o incluso a un amigo de toda la vida, como lo son el técnico perico y su homólogo Pellicer, quien para demostrarlo le dedicó esta flor: “El Espanyol juega como un rico y corre como un pobre”. En resumen, un partido en familia –como todos, desde que se cerraron al público– de no ser porque hay todo un ascenso en juego.
Otro pariente lejano, el experico Rubi, fue precisamente quien anuló ayer por la tarde toda posibilidad matemática de que el Espanyol regrese a
Primera hoy mismo, puesto que la ecuación pasaba por una derrota del Almería ante el Oviedo. No obstante, el ascenso estará en las manos de los blanquiazules la próxima jornada en caso de cosechar hoy una victoria. Será sin Calero, sancionado, pero probablemente con el retorno de David López. O, en su defecto, con Lluís. ‘Hijos’ todos del añorado Manel Casanova, coordinador de las canteras perica y malacitana. Como Darder. Como pudo serlo Keidi Bare, ausente en la primera vuelta y que hoy se reencontrará con su exequipo.
Sí puede ser matemática la permanencia de un Málaga con el lejano sueño de agarrarse al playoff y que cuenta, una vez más, con sólo 14 profesionales. Viaja contusionado Caye Quintana, jugará Scepovic y atrás duda Pellicer entre Benítez, Ismael y Alexander González. En familia, vaya. La multitud espera en sus casas.