Nolito sueña con Europa
El Celta mete presión al Villarreal El Getafe carece de puntería y se complica la permanencia en Primera
Veinte segundos pueden parecer un suspiro. Lo cierto es que dan para mucho. Tanto que el Celta sigue soñando con Europa, con la música de ‘Misión Imposible’ subiendo de volumen en el altavoz de la esperanza. Tanto que el Getafe tiene hoy la garganta más estrecha que ayer. Casi no entra ni el aire para respirar.
Veinte segundos necesitó el Celta para liquidar al Getafe. Fue el tiempo que transcurrió desde que Denis Suárez recogió el balón en el centro del campo, con once rivales en su horizonte, y Nolito superó a Soria para que el balón descansara en la red. Aspas, Brais y Denis hicieron el juego del trilero en el costado. ¿Dónde está la bolita? La tenía Denis, que destapó su cubilete para enseñar la bolita y lanzarla al área. Allí, sutil, el hombre invisible dio el toque clave. Santi Mina peinó de forma casi imperceptible para habilitar a Nolito. El sanluqueño ejecutó la acción, se llevó los aplausos y paró el reloj. Veinte segundos más cerca de Europa.
Veinte segundos de crueldad para el Getafe son una condena insoportable. Salvo en ese tiempo de trance, el partido fue azulón. Desde el principio, en el que sorprendieron con un acoso inesperado,
● hasta el final, cuando ya dolía hasta el alma de tanta insistencia y ningún premio. Incluso Soria se apuntó al tiroteo final, pero todas las balas se quemaban en el aire.
Villar fue el demonio de Ángel. Ambos protagonizaron un bonito duelo, con el cancerbero como ganador en dos acciones de lucha cuerpo a cuerpo. En la primera, al filo del descanso, el atacante canario enfiló la portería céltica con su habitual mirada de matador. No se dejó intimidar el meta morracense, que sacó una mano milagrosa en el último segundo, cuando el nueve del Geta ya pensaba en cómo celebrarlo. La segunda batalla, en la reanudación. Esta vez Ángel sacó su mejor arsenal para inventarse una chilena envenenada, mortal de necesidad. Salvo para Villar, que no aceptó el trago. Hubo una bola extra. Chema le arreó al balón con toda su furia para que se descosiera en la red del inhóspito guardameta. Villar volvió a decir que no.
Salvador Villar El meta realiza tres paradas cruciales para la victoria del cuadro gallego