El Real Valladolid pierde la fe
Gerard se convierte en el máximo goleador histórico del Villarreal ● Los de Sergio dejan de depender de sí mismos para seguir en Primera
En el día del patrón de Valladolid, San Pedro Regalado, los blanquivioletas firmaron más de medio descenso, aunque en realidad no lo rubricaron ayer ante el Villarreal, sino a lo largo de una temporada lamentable, donde ni jugadores, ni cuerpo técnico, ni el presidente, Ronaldo Nazario, han estado a la altura y han empujado al equipo, prácticamente, a Segunda, salvo milagro. Y es que el Villarreal no fue mejor, pero aprovechó su ocasión para llevarse los tres puntos y seguir en la pelea por clasificarse para competición europea. El Valladolid pierde la fe en la permanencia.
Empezó dominando claramente el equipo de Emery, llegando bien por las bandas y rondando el área de Roberto, aunque sin oportunidades claras. Lo intentaron Moi Gómez, tras una larga jugada de los amarillos, y Gerard Moreno, por dos veces, pero no hizo falta que interviniera el meta local. Eran minutos en los que el balón le duraba poco a los blanquivioletas y los de Unai Emery monopolizaban el esférico moviéndolo con rapidez, lo que unido a una fuerte presión tras perdida le daba el control del partido. Sin embargo, pasado el ecuador de estos primeros 45 minutos, los pucelanos empezaron a sentirse más cómodos y a ver a Asenjo más de cerca porque hasta ese momento sólo Roque Mesa llegó con peligro al área contraria. Con el crecimiento del canario y de Toni Villa, los locales empezaron a encontrar espacios para ponerle balones a Weissman. El goleador israelí tuvo hasta cuatro ocasiones, pero extrañamente en él, no tuvo el punto de mira ajustado.
La segunda parte empezó con ritmo y ocasiones. En el área local, Alcácer le dio un pase espléndido a Pedraza, que realizó un buen disparo, pero Roberto sacó una mano salvadora. Tan impresionante como la que tuvo que realizar a Asenjo tras una gran jugada de El Yamiq que llegó al área contraria tras un gran taconazo de Guardiola, pero el palentino se lució en el estadio que debutó. Estaba el partido para decidirse en una jugada y fue Gerard Moreno el que aprovechó la suya. Pau golpeó desde su campo al espacio, donde el punta ganó a Nacho, que le fue agarrando hasta entrar en el área. Sin embargo, el segundo máximo goleador de la Liga (22) se hizo el hueco y mandó el balón a las mallas. Con este gol se convierte en el máximo goleador en la historia amarilla. Entonces, el Real Valladolid buscó, con más corazón que cabeza y fútbol, el gol del empate, pero como ha pasado el resto de la temporada con escaso acierto. Lo contrario a lo que le pasó a Capoue, que sentenció a la contra. Llora el Valladolid, sonríe el Villarreal.