El problema no es Morata
La debilidad en ciertas jugadas condiciona las opciones de España
Al límite. A la Selección la volvió a vencer el gol, pero también esa fragilidad heladora cada vez que el rival se aproxima a sus dominios en situaciones controlables. Pau Torres peca de ternura, Jordi Alba pierde su espalda y cada centro supone una amenaza demasiado importante. Bajo este panorama, da igual que la Selección tenga tramos de partido interesantes. No cabe en un aspirante, mucho menos en un campeón, este tipo de defectos. Más ante Lewandowski enfrente.
El primer defensor. Entre todas las virtudes que valora Luis Enrique de Morata, aparece su activación tras pérdida en la primera presión. El delantero inicia la secuencia del gol con una recuperación en la banda ante Puchacz.
Buen rendimiento. La decisión de Luis Enrique de alinear a Gerard Moreno vino bien a España. Aunque sin un gramo de puntería, el delantero, actuando desde la derecha, hizo que pasaran cosas. Buscó al contrario, tiró diagonales y enchufó a Morata en el área. Sin embargo, Olmo estuvo apagado, como Ferran y Sarabia después. El paso adelante de Rodri duró poco y a Pedri hay que exigirle más. No queda otra que llamar a la reacción. Es un problema de todos, no solo de Morata.