Luis Enrique, en entredicho
Honda preocupación en la Federación por la deriva de España: “Más allá de ganar o perder, el peligro mayor es que la gente reniegue de la Selección”
Luis Enrique está en el alambre. Hay una honda preocupación en la Federación por la deriva de la Selección. “Más allá de ganar o perder, el peligro mayor es que la gente reniegue de la Selección”, dijo a AS uno de los barones territoriales de la RFEF. “Luis Enrique está desnortado”, apuntó otro. La pelota está en el tejado de Rubiales, que ve como otra vez se tambalea su proyecto deportivo.
En el corazón de la Federación, en las territoriales, hay pánico a que la afición desconecte del equipo nacional harta no ya sólo de los malos resultados, sino también de que la Selección se gestione como un cortijo, sin escuchar la opinión de un país que añora a Iago Aspas, clama para que Marcos Llorente juegue en su posición, que es en la que le pone Simeone, y para que Gerard Moreno pise el área más que la banda, para que esté a lo suyo, que es rematar, y no a lo de otros, que es centrar, tal y como bien sabe Emery. Pero no sólo el Cholo y Unai deben estar equivocados. También deben estarlo los 23 seleccionadores, todos menos uno, que, en contra de lo que hizo Luis Enrique, decidieron convocar a 26 futbolistas en vez de a 24.
Además hay un profundo malestar con el seleccionador porque ha dejado a la Federación a los pies de los caballos ante la Junta de Andalucía, que ofreció La Cartuja para tapar el roto de Bilbao. Las críticas al césped sevillano se han tomado como una afrenta en la ciudad. El efecto rebote que ha tenido la actitud del seleccionador, que fue el primero en quejarse de la hierba, ha alcanzado a sus jugadores-soldado, como Rodri, que tras el empate ante Polonia volvió con esa burra al trigo. El cabreo de Luis Rubiales con este asunto sólo es comparable al que se agarró cuando Lopetegui fichó por el Real Madrid a 48 horas del infausto Mundial de Rusia.
Pero hay más. El ambiente en el vestuario, ese que recordaba al del Barça B, es ahora irrespirable. Lo de Gerard Moreno, que fue sustituido nada más fallar el penalti, es un agravio comparativo con respecto a Morata. El asturiano tragó con la titularidad de Gerard, pero le condenó a la banda inmisericordemente y, con ello, evaporó su esencia. Lo mismo pasa con Marcos Llorente, mejor centrocampistas ofensivo de la Liga y desperdiciado por completo como lateral mientras Azpilicueta, campeón de Europa y capitán del Chelsea, que se formó como ‘2’ en Osasuna, no ha jugado todavía ni un minuto. Andalucía echa de menos a Navas y Canales y Galicia clama por Iago Aspas, que se broncea en las playas de Moaña. Para colmo, la Federación urgió al Gobierno para la nacionalización exprés de Laporte, saltándose todas las colas de inmigración, mientras que el seleccionador dejó a Albiol, campeón de Europa y del mundo, a la luna de Valencia. Luis Enrique es el responsable, y está tocado.
Unai Emery Llevó a Gerard al top-5 de Europa sin ponerle a jugar pegado a la banda
Simeone Hizo de Llorente el mejor medio ofensivo de LaLiga, no el mejor lateral
Desconexión Sevilla y Galicia claman por Navas y Aspas; la afición se aleja de La Roja